Tras el éxito en los reestrenos de 'Akira', 'Deseando amar' y '2046', le toca el turno de volver a salas a otra gran obra maestra del cine asiático. Aprovechando su 20º aniversario, restaurada en 4K, regresa 'Millennium Actress', la obra maestra del fallecido Satoshi Kon, uno de los cineastas más virtuosos del anime contemporáneo. Un largometraje excepcional no solo por su majestuosa calidad cinematográfica, sino porque continúa siendo un filme inusual por su temática dentro de la animación japonesa pues, en retrospectiva, se aprecia -más, si cabe- la pionera mirada de Kon, llevando al anime una historia que traspasa todas las líneas narrativas posibles.
'Millennium Actress' fue el segundo largometraje de Kon como cineasta tras el éxito de la aclamada 'Perfect Blue'. En el fondo, ambos filmes son las dos caras de una misma moneda, en la que realidad y ficción se entremezclan, llevando al público a una espiral de sensaciones alejadas de cualquier concepto y significado único. No obstante, 'Millennium Actress' se diferencia en varios elementos de su predecesora, comenzado por su género, pues 'Perfect Blue' era una thriller neo-noir, mientras que este filme es un drama con enfoque histórico, pues es también un sentido homenaje a la historia del cine japonés.
Una obra tras otra: El legado de una actriz
Kon buscaba ahondar en el concepto del trampantojo dentro del cine, una forma de querer rizar el rizo, pues la propia cinematografía es un engaño visual en sí. Con esa idea de base (una misma imagen puede ser vista desde primas distintos), el cineasta, quien firmó el guion de su propia idea junto con Sadayuki Murai, opta por crear una historia de búsqueda de amor a través de la filmografía de una gran diva del cine, Chiyoko Fujiwara. Es ahí donde el realizador brilla, en narrar la vida y obra de una figura imprescindible del séptimo arte a través de sus vivencias, de su filmografía, de aquello que recuerda, que no tiene por qué ser verdad. Una idea que al propio cineasta le atrae: "la verdad a través de la mentira".
Efectivamente, ante tales planteamiento, era esencial que se tratase de una historia de cine dentro del cine. Y es ahí donde surge el canto de amor, el homenaje al cine nipón, abarcando un período de mil años, con películas ambientadas en la Era Heian hasta la Era Showa, pasando por períodos tan importantes para el país del Sol Naciente como el Sengoku, Edo o Meiji. Aunque cada escena, época y acontecimiento sirven para narrar la historia de Chiyoko, Kon realiza un auténtico tributo a películas y cineastas imprescindibles.
Se perciben homenajes a Shozo Makino, considerado el padre del cine japonés; a Daisuke Ito; a Hiroshi Inagaki; a Kenji Mizoguchi; a Sadao Yamanaka; a Akira Kurosawa; a Yasujiro Ozu; a Mikio Naruse; a Seijun Suzuki; a Ishirô Honda; a Isao Takahata; incluso a Tazuko Sakane, la primera mujer cineasta en Japón. No faltan guiños a películas como 'Rashômon', 'Los siete samuráis', 'Historia del último crisantemo', 'Trono de sangre', 'Ran', 'Cuentos de la luna pálida', 'Cuentos de Tokio', 'La mujer de la arena', 'Batalla en el espacio', 'La tumba de las luciérnagas', 'La princesa de la luna' o la saga 'Godzilla'. Eso sin olvidar que la propia Chiyoko es un homenaje a dos grandes leyendas de la interpretación japonesa: Setsuko Hara y Hideko Takamine.
Un largometraje cuya majestuosidad mantiene intacto su brillo
Pero, más allá de ser un homenaje al cine de Japón, 'Millennium Actress' es un recorrido biográfico en el que la coherencia narrativa da paso a la historia de una vida, a los recortes que ofrecen los recuerdos. En cierta manera, lo más próximo al filme de Kon es 'Mishima: Una vida en cuatro capítulos', en la que Paul Schrader mostró los últimos momentos del célebre escritor a través de sus obras. Una forma de relato innovadora para el cine de animación, pues, aunque se preste a ello dada su naturaleza, no es habitual encontrar propuestas como esta. Es más, podría decirse que, en términos de animación, ninguna obra se ha postulado como heredera.
Con una animación majestuosa, en la que cada detalle cuenta, con la que Kon hace un alarde de elegancia, belleza y simbolismo, y una banda sonora magistral, con la que el director colaboraba, por primera vez, con el gran Susumu Hirasama, una eminencia de la música tecno; 'Millennium Actress' continúa siendo una joya cinematográfica excepcional, única, cuyo legado se mantiene intacto, mostrando una fascinante atemporalidad. No queda más que dejarse llevar por la historia de Chiyoko, esa gran estrella que representa, en cierto manera, lo que significa la propia vida. Ya lo dice durante el filme: "Al fin y al cabo, lo que me apasiona es perseguirle". Una oportunidad única para disfrutar de esta maravillos historia, que vuelve a brillar en la gran pantalla.