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CRÍTICA

'Minari. Historia de mi familia': Los recuerdos no se olvidan

Crítica de 'Minari. Historia de mi familia', dirigida y escrita por Lee Isaac Chung. Protagonizada por Steven Yeun, Han Ye-ri, Alan Kim y Youn Yuh-jung. Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Marzo 2021 | 09:27
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Convertida en una de las películas imprescindibles de la extraña temporada de premios de 2020-2021 y considerada por la prensa como la sucesora de 'Parásitos', llega a los cines 'Minari. Historia de mi familia', quinto largometraje del director estadounidense, de origen coreano, Lee Isaac Chung, que se estrena tras haber ganado el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa, de obtener seis nominaciones a los Premios BAFTA, de lograr candidaturas en los premios de los sindicatos de Actores, Directores y Productores, de ganar el galardón a la mejor película y el Premio del Público en el Festival de Sundance y de mostrarse en la sección oficial de la Seminci de Valladolid

Minari

'Minari' es un homenaje al pasado del propio director, a su herencia familiar, siendo el proyecto más personal de Chung en su filmografía. Cierto es que el cineasta ya había explorado las relaciones familiares y su legado en sus anteriores largometrajes, mostrando una vena dramática costumbrista inusual en el cine estadounidense. No obstante, con 'Minari', Chung abraza completamente sus raíces asiáticas, estando más emparentada con el cine de Ann Hui, Hirokazu Kore-eda, Isao Takahata o su compatriota Ounie Lecomte que con la escena indie norteamericana.

Y lo es por esa mirada costumbrista que tiene el filme, un espíritu de nostalgia que evoca a magníficos largometrajes como 'Recuerdos del ayer' o 'Retratos de familia'. Es más, esa mirada hacia el pasado desde la perspectiva infantil la enlaza con 'Una vida nueva', uno de los filmes surcoreanos más aplaudidos de 2009. Es más, 'Minari' tiene la profundidad de ahondar en el drama costumbrista desde la perspectiva del inmigrante, pues Chung narra cómo su familia abandona California para instalarse en un pequeño pueblo de Arkansas para ganarse la vida como agricultores.

Minari

Con esa mirada poética del cine asiático, Chung realiza un certero viaje al pasado, una mirada descreída del sueño americano, el cual muestra su lado más realista y menos entusiasta, mostrando que los baches de una familia inmigrante pueden ser muy distintos a los que la sociedad puede pensar, recordando a esas familias pioneras que se instalaban en lugares hostiles en las cintas de wéstern, en las que se enfrentaban a un territorio desconocido e inhóspito, el cual, a pesar de contar con ayuda de los vecinos del lugar, cuesta labrar.

Una joya costumbrista, una tierna mirada a la nostalgia

En ese retrato familiar, deslumbra Steven Yeun, que interpreta al padre de familia, cuyo puesto de líder queda en entredicho al ver que sus ideales de emprendedor agrícola tienen poco pragmatismo. No obstante, quien brilla especialmente es el pequeño Alan S. Kim, el niño protagonista. Su mirada curiosa recuerda a la de Andrea Fandós en 'Las niñas'. A ello se le une una deliciosa química entre el joven Kim y Youn Yuh-jung, la cual interpreta a una abuela atípica cuyo encanto recuerda al de la fallecida Kirin Kiki.

Minari

'Minari. Historia de mi familia' es una de las propuestas más interesantes de la temporada, pues esa mirada costumbrista al pasado y la manera en la que Chung aborda la problemática consiguen que esta carrera de premios tenga un toque muy diferente, mostrando también cómo el fenómeno de la popularización en Estados Unidos del cine asiático -muy especialmente el coreano- puede provocar estos estupendos milagros.

Nota: 8

Lo mejor: La relación entre abuela y nieto y esa mirada concreta y realista del sueño americano. Se agradece que Chung no caiga en las convencionalidades que exige cierto público respecto a la representación de la diversidad.

Lo peor: Esa mirada costumbrista y pausada no gustará a cierto público.

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