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CRÍTICA 'MIRA CÓMO CORREN'

'Mira cómo corren', una mezcla insulsa entre 'Puñales por la espalda' y 'Scream'

Tom George da el salto de la BBC a la gran pantalla en este intento de reflexión sobre las reglas de los thrillers de asesinato con Sam Rockwell y Saorise Ronan como la cómica pareja protagonista.

Por Rafa Jiménez Más 21 de Octubre 2022 | 07:14
Redactor de cine y series, especializado en los estrenos actuales y Marvel. Muchas críticas y entrevistas

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'Mira cómo corren', una mezcla insulsa entre 'Puñales por la espalda' y 'Scream'

¿Quién lo hizo? Esta sencilla pregunta ha dado lugar ya a tantas historias y películas que, ante cada nuevo ejemplo, el equipo y el espectador debería preguntarse lo mismo que Bugs Bunny: ¿qué hay de nuevo? 'Mira cómo corren' quiere aportar desde el viernes 21 de octubre una reflexión sobre los whodunit en el teatro y la literatura a partir del asesinato de las personas que trabajan en una adaptación de Agatha Christie. El esperado reparto estelar de estas historias viene encabezado por Sam Rockwell y Saoirse Ronan. Estos dos cómicos agentes de policía serán los encargados de resolver un misterio en el Londres de los años 50 que presume de tanto atractivo a nivel visual como el que le falta a nivel narrativo.

Sobreexplicar las reglas

A la hora de jugar con las reglas del whodunnit, el guionista Mark Chappell ha decidido seguirlas en lugar de romperlas a la manera de Rian Johnson en 'Puñales por la espalda'. En su lugar, el referente más directo de 'Mira cómo corren' es la saga 'Scream', cambiando las normas de los slasher por las de los thrillers de asesinatos. Se nota que Chappell las conoce, ya que no para de ponerlas en boca de sus personajes, sin ni siquiera buscar el momento más natural. Todas esas referencias están, pero, en lugar de guiar la trama, parecen estar más fuera de ella como un audiocomentario del guionista. Una pena que, entre tanto comentario sobre las reglas de los whodunnit, se haya olvidado de cumplir una básica: la historia es tan tramposa que es imposible adivinar el asesino hasta el final. Y realmente, tampoco importa. El espectador está fuera de juego.

Esa falta de interés por el conflicto principal de la película se ahonda con el que se supone que debía ser su vehículo narrativo: el humor. Al ser tan marcadamente británico y contenido, es difícil que funcione entre el público español. No podría recomendarse 'Mira cómo corren' como una comedia, y casi tampoco como un homenaje a la omnipresente en diálogos Agatha Christie. Paradójicamente, a la vez, quien no tenga este contexto literario sobre la autora y su obra 'La Ratonera' estará también fuera de este juego sobre las reglas con las que ella jugaba.

Excelente envoltorio de algo rutinario

El guionista no dinamiza el visionado, pero el director sí. El debutante Tom George da el salto de la BBC al cine como un Wes Anderson británico, llenando cada plano de buenas composiciones con detalles y de dinámicas socarronas pero contenidas. Este estilazo se extiende a la buena compañera que es la banda sonora de Daniel Pemberton ('Operación U.N.C.L.E.') y al creativo montaje que no tiene miedo de arriesgar con una pantalla partida o cambios de espacio y tiempo tan atractivos como bien guiados. Tan solo cuando intenta ser demasiado gracioso cae en la reiteración, como con algunos flashbacks que no aportan ningún punto de vista novedoso, más que volver a contar lo mismo con más chistes secos.

Reparto de 'Mira cómo corren'

El reto para el director novel ha sido mayúsculo al rodar casi toda la película durante la segunda cuarentena en Reino Unido. Eso sí, esto le abrió las puertas de algunos edificios históricos de Londres como el Teatro Old Vic. George lo sabe, y se esfuerza por lucir cada rincón de sus edificios hasta en conversaciones, jugar con luces expresionistas en ellos y, en general, presumir de una puesta en escena muy llamativa. Todo luce en pantalla, desde los decorados hasta el vestuario, pero en esencia no aporta gran cosa a la historia ni a un contexto histórico bastante ausente. Tan solo consigue esa complicidad entre historia y estilo en la mejor escena de todo el metraje: el primer asesinato con gags sobre el vestuario del backstage. Tras ello, 'Mira cómo corren' deviene en una investigación tradicional de interrogatorios a lo Agatha Christie, hablando sobre ella y sobre el contexto histórico. Ambos aspectos son constantemente mencionados pero nunca bien capturados en esencia en pantalla.

Los actores como el (único) centro del film

El director británico también maneja con gracia el tener muchos actores en escena y darles a cada uno su espacio y su ritmo. Pero o no los dirige bien a nivel individual o dirige demasiado bien los estereotipos del guion. Estos se convierten más en una parodia que en una reflexión, como un 'Tu cara me suena' con personajes de Agatha Christie. En consecuencia, todo el reparto roza la sobreactuación por interpretar más para teatro que para cine en cuanto a gestos y voz. Donde sí se puede ver su trabajo duro acertado es en los dialectos, el ritmo y la pronunciación tan marcadamente británica de actores estadounidenses.

El ganador del Oscar Sam Rockwell ('Tres anuncios en las afueras') juega al pasotismo de anciano con una buena actuación intimista, aunque borda demasiado lo seco. Su subtrama es otro de los filones interesantes apuntados y desaprovechados del film. Junto a él, la nominada al Oscar Saoirse Ronan ('Brooklyn') sigue demostrando que puede ser una gran protagonista con menos de 30 años y que domina cualquier tipo de género o diálogo que se le eche encima. Sólo por ella, merece la pena ver la película. La química con su compañero es bastante efectiva, lo cual trae la pregunta de por qué ella no es el centro dramático y funciona como un mero gag recurrente para niños de parvulario.

Sam Rockwell y Saoirse Ronan en 'Mira cómo corren'

'Mira como corren' apunta a muchas cosas, casi todas muy buenas, pero todas ellas se representan a un nivel superficial. No se trata de tener que romper esas reglas que tanto gustan. Pero si se utilizan tantas referencias, se deberían ofrecer pistas y poder pedir esa misma inteligencia para el supuesto entretenimiento. También su homenaje es muy superficial, al ser tan sobreexplicativo. Y así en todos los ámbitos de esta ficción, tan prometedora en su dirección y contexto, y tan tediosamente llevada en cuanto a historia.

Nota: 6

Lo mejor: Saoirse Ronan y la estilística puesta en escena y montaje.

Lo peor: el insulso misterio de asesinato hace que no sea una película ni entretenida ni interesante.