Aunque se diga que la comedia francesa es un todo, es más que evidente que existen diferentes subgéneros, siendo aquellas con un toque feel-good, elegante y con pedigrí, como 'Vacaciones contigo... y tu mujer', 'El gran baño', '¡Va por nosotras!' o 'Perfumes', las que mejer suelen funcionar en la taquilla española. Aunque títulos como 'Borrar el historial' o 'Adiós, idiotas' demuestran que hay también otro tipo de comedia gala, las que se llevan la fama son las propuestas más comerciales, aquellas que protagonizan (y dirigen, en muchos casos) actores como Dany Boon o Christian Clavier.
Es el caso de 'Misterio en Saint-Tropez', enésima comedia liderada por Clavier, el protagonista de la saga 'Dios mío...'. El actor y humorista se alía con el belga Benoît Poelvoorde y con sospechosos habituales como Gérard Depardieu, Jérôme Commandeur, Rossy de Palma y Thierry Lhermitte para dar un particular homenaje a las cintas de misterio de los 70 y las comedias de Blake Edwards como 'El guateque' o 'La pantera rosa', con Clavier como una especie de inspector Clouseau contemporáneo.
Sin embargo, el problema de este particular homenaje es que Clavier, el cual firma el guion con Jean-Marie Poiré, Jean-François Halin y el director de la cinta, Nicolas Benamou, ofrece un humor excesivamente básico y escatológico que funciona en los primeros minutos de la trama pero que deja de hacer gracia al ser repetitivo. Tampoco ayuda a que la cinta esté llenos de clichés trasnochados escudándose en que homenajea a los años 70, con mujeres excesivamente sexys respecto a sus compañeros masculinos, jóvenes que ofrecen interpretaciones planas y personajes homosexuales ofensivos.
Una nueva comedia de brocha gorda de Christian Clavier
Sí, cierto es que el humor comercial francés destaca por ser de brocha gorda, de eso no hay duda. Pero a este tipo de propuestas también se les exige un mínimo de calidad, algo que Clavier con Poiré supieron dar con la primera entrega de 'Los visitantes' o con el intérprete convertido en Astérix en las primeras películas de la saga en imagen real (en este caso sin Poiré). Por otro lado, tampoco ayuda que Benamou, director de la saga 'Babysitting' (conocida en España como 'Se nos fue de las manos'), esté en la realización.
Del espíritu de Edwards hay poco en esta película, cuyo único propósito es hacer caja. No hay duda de que gustará a aquellos que han disfrutado de comedias de Clavier como 'Un verano en Ibiza', 'Vacaciones en África' o 'Con los brazos abiertos', títulos hechos por y para gloria del ego del cómico y para los más cafeteros de su cine. Por otro lado, es un ejemplo más de que hasta la comedia francesa más burda sigue siendo exportable.
Nota: 5
Lo mejor: Su diseño de vestuario y de producción es estupendo, su calidad superar con creces a la del filme. Ver la belleza de la Costa Azul.
Lo peor: Que nadie le haya dicho aún a Clavier que su humor está quedándose rancio.