La cineasta sevillana Laura Alvea no es una advenediza en el cine de género. Ha codirigido con José F. Ortuño, estuvo detrás de la comedia negra 'The Extraordinary Tale of the Times Table' y con la cinta de terror 'Ánimas'. Ahora, la realizadora vuela sola y lo hace con el elegante thriller 'La mujer dormida'. Presentado en el 27 Festival de Málaga, se trata de un ejercicio con el que la directora apuesta más por una atmósfera fantasmagórica para crear más bien un filme de suspense con tintes sobrenaturales.
A pesar de parecer una cinta de terror, su prólogo provoca que se piense en ello, 'La mujer dormida' se acerca más al thriller. Es más, las inspiraciones hitchcockianas son más que evidentes. Ana, auxiliar de enfermería, llega a una isla para trabajar cuidando de Sara, la esposa de un afamado escultor, Agustín. La mujer del artista está en una especie de estado vegetativo tras una aparente tentativa de suicidio.
Por supuesto, esta puesta en escena sirve para crear una relación romántica entre la auxiliar y el escultor y en la que comienzan a surgir tintes sobrenaturales. La esposa en estado vegetativo parece enviar mensajes sobrenaturales que son interpretados como amenazas. En este desarrollo, se aprecian claramente referencias a 'Rebeca' como a 'Vértigo'. Esto lo lleva la directora a la atmósfera del filme. Si algo destaca en la producción, es esa sensación de tener que estar alerta.
Alvea, quien dirige un guion escrito por Miguel Ibáñez Monroy, Daniel González y Marta Armengol, demuestra ser una maestra de las ambientaciones. La mansión del escultor se convierte también en otro personaje, gracias a un cuidado diseño de producción y dirección artística, obra de Sergio Mauriño y Toñi Parrales. A ello se suma su dúo protagonista. Almudena Amor y Javier Rey tienen conexión y eso funciona para un relato en el que nada parece lo que es y en el que se van revelando las pistas poco a poco.
Almudena Amor y Javier Rey derrochan química
Almudena Amor prosigue en su carrera erigiéndose como actriz de género. Desde su protagónico con 'La abuela' y su aparición en 'Hermana muerte', la actriz madrileña continúa mostrándose cómoda en relatos sobrenaturales y con tintes de terror e intriga. A su lado, Javier Rey. Con porte de galán, tal y como se vio en 'Velvet' y 'El verano que vivimos', el actor sabe transmitir esa sensación de seguridad y sabe transformarla en algo enigmático.
Casi como tercera en discordia, la actriz estadounidense Amanda Goldsmith, la esposa en coma de esta historia. Aparentemente inerte, la intérprete sabe transmitir esa sensación sobrenatural. Sorprende en cómo termina derivando su personaje y es ahí donde Alvea, una vez más, demuestra ser una buena directora para crear sensaciones.
Laura Alvea sabe volar sola. Junto con Carlota Pereda o Ángeles Huerta, demuestra que el cine de género en España también está en clave femenina. Un relato en el que nada es lo que parece y en el que suspense sabe mantenerse en buena parte de su metraje.