Tras un año de descanso, el prolífico Hong Sang-soo volvió a la carga en 2020 con 'La mujer que escapó', con la que obtuvo el Oso de Plata en la 70ª edición del Festival de Berlín, una de las pocas citas cinematográficas que pudo celebrarse con normalidad, al haber sido antes del estallido de la pandemia. Fiel a su estilo, el cineasta continúa explorando las relaciones sentimentales a través de discursos, conversaciones y escenas que transmiten espontaneidad y minimalismo.
Sin embargo, con 'La mujer que escapó', Hong apuesta por una premisa que, aunque recuerda a anteriores largometrajes suyos como 'Ahora sí, antes no' o 'Lo tuyo y tú', está más cerca de sus últimas propuestas, como 'Grass' o 'El hotel a orillas del río'. De hecho, el cineasta convierte la figura masculina en un ente del que se habla, presente en la realidad pero invisible, dejando pleno protagonismo a sus actrices, con Kim Min-hee, pareja y musa del realizador, como columna vertebral.
Hong cubre de ligereza una historia sobre la dependencia emocional, la emancipación de la pareja y los ajustes de cuentas. La historia es aparentemente sencilla, Gam-hee (Kim) se ha quedado sola por primera vez en cinco años. Su marido, con el que lleva casada ese tiempo, ha tenido que irse a un viaje de negocios. Aprovechando su ausencia, la mujer visita a un par de amigas a sus casas, a las que no ve desde hace mucho tiempo. Sin embargo, Gam-hee vivirá un tercer reencuentro con alguien del pasado cuyo recuerdo es desagradable.
Hong configura una historia de episodios, ordenados cronológicamente, en la que deja fluir la desazón y la insatisfacción conyugal a través de las conversaciones. Muy inteligentemente, convierte a su protagonista en un sujeto pasivo, lo que permite que su desamor y su drama matrimonial se expresen mediante conversaciones aparentemente banales. En cada encuentro, va descubriendo cómo sus amigas, las dos primeras divorciadas, han encontrado su propia autonomía y sus vidas sentimentales están en fase de reconstrucción.
Un nuevo triunfo cinematográfico del prolífico cineasta coreano
Aprovechando eso, Hong también crea un retrato poliédrico de la realidad femenina, mostrando la fuerza interior de cada uno de los personajes. Plasmando así la vehemencia por proteger y cuidar un espacio obtenido, metáfora de cómo encontrar el propio encaje es mucho más complicado de lo que aparenta; la independencia que otorga una vida lejos de ataduras y con pequeños romances y aventuras o cómo una cuenta pendiente puede provocar una extraña reconciliación entre las partes desengañadas. Todo dentro de cómo, a través de las experiencias ajenas, la protagonista va encontrando su centro. Una formidable Kim.
Y ese viaje iniciático, Hong lo plasma magníficamente, siendo uno de sus filmes menos autorreferenciales, enlazándolo con 'En la playa sola de noche', en la que también Kim gozó de pleno protagonismo. Mención especial también al homenaje que hace el propio Hong al cine y de cómo esta experiencia es única y reveladora.
Puede que no sea tan profunda como 'El hotel a orillas del río', pero 'La mujer que escapó' es un notable ejercicio del cineasta surcoreano, el cual brilla más con historias en las que el protagonismo se lo cede a sus partenaires. Un esmerado retrato de la autonomía personal y cómo esta es imprescindible para una relación conyugal estable y sana. Un nuevo logro del cineasta, el cual ya regresa a su habitual hiperactividad, pues este año ha conquistado de nuevo la Berlinale con 'Introduction' y también Cannes con 'In Front of Your Face'.
Nota: 8
Lo mejor: Cómo unas conversaciones aparentemente banales pueden ser tremendamente reveladoras del comportamiento de sus protagonistas.
Lo peor: Le falta una banda sonora que ahonde en su vena dramática.
