M. Night Shyamalan es un cineasta maldito. Su talento para el pulso y el encuadre es innegable, y sus guiones nunca dan puntada sin hilo, construyendo relatos envueltos en un género pero con un fondo dramático. Él mismo ha dicho que, aunque le gusta entretener al público con cuentos de terror y misterio, está aquí por el drama. Ese es sin duda uno de los pecados que gran parte del público y la crítica no le han querido perdonar, desechando obras maestras como 'El bosque' y 'La joven del agua' porque no encajaban en las expectativas que se habían formado en torno a ellas (con ayuda, sin duda, de sendas campañas de promoción tramposas).
Pero él también tiene parte de culpa. Una de las mayores críticas que se le suele atribuir es que construye sus películas alrededor de una inevitable sorpresa final, que con el paso de los años ha dejado de sorprender porque todos la esperamos. Los que se quejan de esto no parecen ver, eso sí, que sus guiones suelen tener mucho más que un giro al final, lo que es curioso, teniendo en cuenta que Shyamalan nunca es sutil introduciendo las tesis en sus historias.
'Múltiple', su nueva película, tiene un giro, pero os prometemos que esta crítica no va a revelarlo. Primero, porque este podría ser el mayor giro de la carrera del director de 'El sexto sentido'. ¿Mucho decir? Que el espectador juzgue por sí mismo. Y segundo, porque es una sorpresa tan grande y supone un reajuste tan radical del relato, que creará una conversación totalmente independiente por sí misma. Nosotros publicaremos nuestra entrevista con Shyamalan el día después del estreno en España, y en ella hablamos largo y tendido sobre lo que ese giro significa. Por el momento, nos limitaremos a analizar 'Múltiple' por sí misma, sin spoilers.
El duodécimo largometraje dirigido por el hindú de Filadelfia se enmarca en ese nuevo plan de acción que estrenó con 'La visita' el año pasado: películas de bajo presupuesto, producidas por Jason Blum (el hombre en la sombra tras 'Insidious', 'Sinister' y 'Whiplash', la anterior película del director de 'La ciudad de las estrellas: La La Land'), que le permiten según sus palabras mayor libertad para errar, experimentar y fallar. Él asegura no percibir beneficio alguno a menos que la cinta funcione comercialmente, y con 'La visita' le salió bien.
'Múltiple' funcionará también, incluso más, porque se ajusta bastante a lo que la promoción promete: James McAvoy desatado, sudando versatilidad mientras encarna a un puñado de personajes diferentes, a veces en la misma escena, un thriller de secuestro que te mantiene en tensión constante y un juego con lo paranormal sin abandonar el terreno de lo pseudocientífico.
En sus dos últimas películas, Shyamalan opta por simplificar, por abandonar su ambición dramática y narrativa, y acierta allá donde no convenció con 'El incidente'. Ha encontrado un tono que funciona entre la tensión, el terror y un humor incómodo y marcianísimo que siempre se coló en sus películas pero ahora campa a sus anchas: McAvoy travestido como Patricia, una controladora ama de casa, figura materna tóxica que es un homenaje inevitable al Norman Bates de Hitchcock; esa escena de baile en la que uno no sabe si reírse o removerse en la butaca. Probablemente el acierto de Shyamalan, y de McAvoy al controlar con cada situación y cada matiz en esta interpretación (o interpretaciones), es provocar ambas reacciones en el espectador, a veces al mismo tiempo.
Visualmente, 'Múltiple' nos devuelve al mejor Shyamalan, que tras su coqueteo con el falso documental vuelve a controlar los colores y la composición, la atmósfera y el ritmo narrativo. Este es un director que se piensa muy bien qué mostrarnos en cada plano, cómo mostrárnoslo y por qué: desde un cuerpo sin vida que no podemos ver al completo hasta una terrorífica secuencia que juega con la luz, las sombras y una silueta en movimiento.
En cuanto a la premisa, no es la más original del mundo. Un hombre con trastorno de personalidad disociativa (o "múltiple") secuestra a tres adolescentes con propósito desconocido. Las encierra en una especie de sótano y les promete no hacerles daño. Una de ellas, Casey (Anya Taylor-Joy), la inadaptada, invitada a la fiesta de las otras más por pena que por simpatía, intentará mantener la calma para resolver la razón por la que han sido secuestradas mientras sus dos compañeras de "celda" prueban desesperadas tácticas de escape. Sin ir más lejos, 'Calle Cloverfield 10' usaba el año pasado el mismo juego: ¿cuál es la razón real detrás del rapto, se puede confiar en el secuestrador? En ambas cintas funciona a la perfección, eso sí.
Este, como 'La visita', podría haber sido un psicothriller mediocre y olvidable como muchos otros. Pero el pulso de Shyamalan es infalible, y consigue, si bien no sorprender durante la mayor parte del relato, sí mantener enganchado al espectador. Además, la interpretación de McAvoy es memorable, sobre todo porque sobre el papel esta amalgama de personajes podría haber dado para un desastre de proporciones épicas. Pero con mínimos gestos, miradas, tonos de voz, el escocés consigue distinguir a unas personalidades de otras, resultando grotesco, inquietante o vulnerable en diferentes momentos, y a veces todo ello en una misma escena.
Por su parte, la otra protagonista, Taylor-Joy, vuelve a demostrar tras 'La bruja' que, si lo hace bien, podría tener una gran carrera por delante. Casey es el centro dramático de la cinta, gracias a la historia de su pasado, y además la joven de 20 años vuelve a encarnar con ambigüedad a una superviviente que no se resigna a convertirse en la obvia víctima de la historia.
Supervivientes
Esa es la otra historia, la que Shyamalan esconde bajo el thriller del secuestro. Siempre hay una capa extra, y aquí el director la introduce en forma de flashbacks. Ahí es donde más aguas hace el relato: mientras que el director de 'Señales' y 'El protegido' ha demostrado en varias ocasiones que la estructura y el montaje pueden sumar enteros a una historia, en 'Múltiple' la introducción de momentos del pasado de Casey no casan del todo con la trama principal, y su conclusión, aunque bienintencionada (el subtexto en Shyamalan siempre está falto de cinismo y lleno de esperanza), no cala y emociona como en pasadas ocasiones.
Casey y su raptor descubrirán que tienen más en común de lo que pensaban, algo que les hace diferentes al resto de las personas y que lleva los actos de estos personajes al complejo terreno de los grises. Además de un divertido thriller, rodado con ingenio y soltura y sin demasiadas ambiciones, 'Múltiple' es un relato sobre cómo sobreponerse a la violencia y los monstruos de este mundo. No es el mejor Shyamalan, pero es un buen paso adelante.
Nota: 7
Lo mejor: El giro final
Lo peor: Esa subtrama de los flashbacks, no del todo pulida; se puede esperar más de Shyamalan