Jaume Balagueró ha sabido llevar al cine con eficacia y frescura miedos conceptuales: a la oscuridad en 'Darkness'; a la fragilidad de los niños en 'Frágiles'; a esa indefensión que sientes 'Mientras duermes'. Él asegura que 'Musa' no va por ahí, sino que construye un thriller más cercano al "whodunit", un juego en el que tienes que descubrir quién es quién realmente y qué papel jugará en el puzzle.
Eso es así, y la verdad es que 'Musa' cumple su objetivo en ese terreno: engancha, entretiene y divierte. Basado en la novela de José Carlos Somoza 'La dama número trece', el guión lo firman Balagueró y Fernando Navarro (curiosamente Navarro también ha escrito junto a Paco Plaza 'Verónica'; los creadores del fenómeno '[REC]' siguen unidos de alguna manera).
Es la historia de un profesor de universidad que, en pleno luto tras el suicidio de su novia, empieza a soñar con el asesinato de una desconocida. Cuando los sueños se hagan realidad, el pobre hombre se verá atrapado en una trama de huidas y venganzas con un grupo de mujeres que esconden muchos secretos: las damas, musas que llevan siglos comunicándose con los poetas más inspirados de la historia, desde Dante hasta Neruda, Keats o Milton.
El juego del "quién es quién", lo más divertido de la propuesta, empieza cuando Samuel, el escritor metido a docente, descubre que estas misteriosas damas que le acechan son las siete musas, conocidas por tener una cualidad cada una: "la que apasiona", "la que miente", "la que castiga"... En descubrir qué personaje juega cada papel (si es que juega alguno), el guión aprovecha las posibilidades aunque no al 100%. 'Musa' no es un relato repleto de giros y sorpresas, sino más bien un misterio que se esfuerza por sembrar semillas en sus dos primeros actos que darán frutos más adelante. Incluso detalles como que un personaje secundario se muerda las uñas acaban cobrando un sentido nuevo antes de que acabe el relato.
Sí hay un ligero desequilibrio entre esos dos primeros tercios, repletos de incógnitas y pistas, y un tercer acto que reúne todas las respuestas, escupiéndolas de repente y mezclándolas con nuevas reglas. El resultado es un desenlace quizá algo apresurado y confuso. Lo que pierde en cuanto a mitología y claridad narrativa lo gana en intensidad: en la resolución, 'Musa' entrega varias ideas e imágenes (el sacrificio, el espejo) que acercan el thriller a ese arte al que hace homenaje, la poesía.
Un potente reparto internacional
Aunque Somoza desarrollaba su novela en ciudades españolas, las necesidades económicas han llevado a Balagueró a trasladar la acción a Dublín, en una película producida con dinero belga, español e irlandés y con una clara mirada hacia el mercado extranjero. Rodada en inglés, 'Musa' tiene un reparto internacional encabezado por Elliot Cowan, Ana Ularu y Franka Potente. Todos ellos cumplen su función aunque esta no es una película que destaque por la naturalidad de sus interpretaciones o el lucimiento de sus actores: personajes arquetípicos y diálogos prácticos están al servicio del objetivo central de la película, que es el misterio. Quizá otros directores más dados a las virguerías estéticas habrían explorado ese acercamiento a la poesía con otra mirada, pero esa vía no es la que más le interesa al director de 'Los sin nombre'.
La nota patria la ponen Leonor Watling y Manuela Vellés (muy convincente en su primer papel en inglés), y el cameo más curioso es el de Christopher Lloyd, el mítico Doc de 'Regreso al Futuro'.
Nota: 6
Lo mejor: El juego del "quién es quién" que articula la trama principal
Lo peor: Su confuso tramo final