A pesar de haber tratado constantemente de moverse entre géneros durante el transcurso de su amplia carrera, participando en películas como 'Regreso al paraíso', 'Falsa identidad' o 'Hacia rutas salvajes', donde mayor repercusión ha conseguido Vince Vaughn ha sido en la comedia absurda (si bien esto podría cambiar tras el estreno de la esperada segunda temporada de la serie 'True Detective'). Dos años después de protagonizar ese anuncio de dos horas producido por Google llamado 'Los becarios' junto a su colega Owen Wilson, el actor vuelve a colarse en la gran pantalla con 'Negocios con resaca', la nueva comedia dirigida por el cineasta Ken Scott, con quien el actor ya colaboró en la película de 2013 '¡Menudo fenómeno!'.
Tras ser informado de que su sueldo va a ser recortado, Dan Trunkman decide abandonar su trabajo y fundar su pequeña empresa propia. Rápidamente se suman al proyecto Timothy McWinters, un veterano empleado al que han obligado a jubilarse, y Mike Pancake, un joven bastante inusual. Tras un desesperante año en el que las cosas no han ido demasiado bien, Dan y sus socios están a punto de cerrar el mejor negocio de sus vidas. Sin embargo, todo se complica cuando descubren que están compitiendo directamente contra su antigua empresa. El equipo comenzará entonces una carrera a contrarreloj para cerrar el acuerdo.
Con esta premisa se presenta una comedia irregular, consciente en todo momento de sus características y que no pretende en ningún momento ser una obra maestra ni convertirse en un referente del género. Ni siquiera es palpable una intención de innovar o de salirse de los esquemas habituales de este tipo de comedias, adoptando una fórmula que, a pesar de haberse visto tantas otras veces, sigue funcionando en las salas de cine.
La película no siempre presenta el ritmo fluido que debería, llegando incluso a hacerse larga a pesar de durar escasamente una hora y media, principalmente debido al empeño de los guionistas en presentar demasiados momentos más serios carentes de interés que ni contribuyen al desarrollo de la trama ni favorecen la creación de situaciones cómicas. Sin embargo, sería injusto no reconocer que, a pesar de que la trama principal no es más que una excusa para presentar a los personajes inmersos en situaciones disparatadas, sus giros la hacen bastante interesante, haciendo que el espectador se pregunte cómo va a resolverse todo.
Mención aparte merece el desarrollo de la subtrama dedicada al hijo de Dan, que sufre las burlas de sus compañeros de clase en el colegio y en las redes sociales debido a sus problemas de sobrepeso. Mientras que en un inicio parece que la historia del chaval va a ganar importancia con el paso de la película, los guionistas terminan por abandonarla dejándola resuelta a medias, con muchos cabos sueltos. A pesar de todo, la película tiene varios puntazos sorprendentes dignos de ser recordados, al menos a corto plazo.
La construcción de los personajes no sorprende. Vince Vaughn vuelve a interpretar el mismo papel que en todas sus comedias, metiéndose en la piel de un mediocre hombre de mediana edad con grandes aspiraciones decidido a dar un vuelco a su vida para comerse el mundo. De esta manera, su personaje presenta la personalidad más seria y racional que sirve para compensar los extravagantes y exageradísimos comportamientos de sus socios.
Tanto Timothy como Mike resultan irrelevantes dentro de la resolución de la trama, pero son los principales encargados de provocar las carcajadas del público. Por su parte, Nick Frost consigue robar todo el protagonismo a los personajes principales en sus limitadas apariciones en pantalla, mientras que la participación de Sienna Miller en la película resulta totalmente olvidable con un papel que podría haber interpretado cualquiera.
Ofrece lo que promete
Está claro que no hablamos de una obra maestra que vaya a revolucionar el género de la comedia, sin embargo 'Negocios con resaca' es una de esas películas que sin duda, hará que el espectador que acuda a la sala de cine olvide sus problemas durante una hora y media a base de risas. Su humor, basado principalmente en las excéntricas ocurrencias de los personajes de Tim y Mike, resulta muy eficaz en la mayoría del metraje y sólo falla en algunos gags que causan más incomodidad que diversión. Me veo obligado a recomendar al que quiera verla que no vea antes el tráiler, en el que básicamente quedan resumidos la gran mayoría de los chistes de la película, pero sacados de contexto. En conclusión, podemos decir que se trata de una película que en su conjunto ofrece al espectador lo que promete, ni más ni menos.
