Para intentar comprender un poco más acerca de la concepción de 'Nekrotronic', hay que hacer cierto ejercicio de introspección en cuanto a la obra precedente de sus creadores, los hermanos Tristan y Kiah Roache-Turner, dos jóvenes australianos que en la década de 2010 han conseguido llamar la atención (sobre todo, en el circuito de festivales de cine de terror y fantástico) por su concepción de un horror que viene a ser la hibridación del espíritu millennial con las concepciones más tradicionales en cuanto a lo artesanal de su diseño de producción y maquillaje.
Era 2014 cuando llegaba 'Wyrmwood: La carretera de los muertos', título de zombies que nos llevaba hasta un paraje desértico desolador, siendo una especie de cruce entre 'Mad Max' (recordemos que 'Mad Max: Furia en la carretera' se estrenaría en 2015) y el 'Zombi' de George A. Romero, con altas dosis de gore y con cierto espíritu steampunk. Rodada con poco más de un millón de dólares, y tras un estreno mundial en el Fantastic Fest, la ópera prima de Kiah Roache-Turner (que Tristan firmaba como co-guionista y productor) puso en el punto de mira a los creadores, dado el enérgico chute de adrenalina que proporcionaron al género fantástico de pura explotación.
Sin embargo, y pese a que su nombre pudiera sonar como uno de tantos de aquellos que parecen llegar dispuestos a cambiar los parámetros del cine de muertos vivientes, los Roache-Turner pronto dejaron claro que su sello personal no iba a estar únicamente ligado a la figura del zombi, pues en su concepción del terror, el cual ellos comprenden como un absoluto divertimento con el que entretener al público, existen varios referentes que han ido mostrando a lo largo de su breve trayectoria.
Es en lo referencial gracias a lo que podemos adscribir su cine (pese a que tan solo cuenten con dos largometrajes y un par de cortos) a uno que está más asociado a la generación millennial que a las criadas con el horror de serie B de los ochenta. Y es en 'DaemonRunner', el cortometraje que serviría de inspiración para 'Nekrotronic' (y que también circuló por festivales de medio mundo), donde nos dejan claras las intenciones de querer rendir tributo a títulos tan dispares como 'Los Cazafantasmas', 'Posesión infernal' y 'Matrix'.
Con fecha de producción en 2018 y tras su pase en las sesiones de medianoche del festival de Toronto, 'Nekrotronic' juega en la línea de aquellos títulos desmadrados y con pocas intenciones de querer cambiar las directrices del género, pues en su concepción de divertimento en clave de comedia de terror ya nos deja claro que, un título con Monica Bellucci en clave femme fatalísima devora almas, hay que tomárselo poco en serio, y ahí es donde radica la principal baza con la que hacer que el film no se convierta en una tortura.
En línea con aquellos híbridos entre acción y terror que causaron furor a comienzos de los 2000 como 'Resident Evil' o 'Underworld', y que iniciaron sagas cuya calidad cayó en picado con cada una de sus secuelas, la irrisoria solemnidad de aquellas queda aquí desactivada en el momento que los hermanos Roache-Turner adoptan los códigos de la comedia de terror y el splatter para darle forma a algo que podría describirse así: una pesadilla cibernética donde entidades demoníacas que rememoran a los deadites de Sam Raimi, deberán ser contenidos por un equipo de cazadores de demonios.
A eso, hay que añadir que su protagonista, Ben O'Toole, jugará las veces de un Elegido en versión descafeinada del Neo salvador de Matrix, donde Bellucci fue Perséfone en las dos secuelas de aquella, siendo la esposa de Merovingio y símil de la deidad griega consorte de Hades. Así, aquel personaje al límite de la corrupción de su propia alma, es reconfigurado aquí con el mismo rostro de la actriz, aunque habiendo sucumbido a ese lado oscuro. Como si de una sarcástica sátira se tratase, Bellucci es Finnegan, una reputada cazadora de demonios experta en dar con ellos a través de Internet, quien en determinado momento degustaría el sabor del alma humana y se habría pasado al lado oscuro.
Habiendo mencionado los principales referentes cinematográficos sobre los que se sustenta 'Nekrotronic', cabe hacer mención al guiño definitivo que pretenden hacer con su película, algo que ya se puede percibir en el nombre que reciben esos cazadores de demonios a través del ciberespacio: los Nekromancers, referencia casi directa al 'Neuromancer' de William Gibson, obra clave del ciberpunk en la que un hacker se enfrentará a una poderosa Inteligencia Artifical. Cambiando IA por demonios dominando Internet, y con la esencia de unos Cazafantasmas más acorde con la ciencia ficción que con el terror, encontramos las claves sobre las que se sostiene este título, con más intenciones de aportar un pequeño granito de arena al horror cibernético, que ser la peli sobre demonios definitiva.
Nota: 5
Lo mejor: Su falta de prejuicios.
Lo peor: Que la idea de ser un corto alargado, le pese cuando intente justificar una trama que necesita poca justificación.