La producción audiovisual surcoreana está viviendo una auténtica época dorada. Aunque siempre fue un referente en el ámbito cinéfilo, desde que 'Parásitos' obtuviese el Oscar a la mejor película, el furor por las películas y las series del país asiático no ha dejado de crecer, prueba de ello es el fenómeno de 'El juego del calamar'. Ahora llega a salas españolas un aspirante a suceder a Bong Joon-ho y a Kim Ji-woon, Kim Yong-hoon, el cual debuta con 'Nido de víboras', Premio Especial del Jurado en el Festival de Rotterdam.
Basada en la novela del japonés Keisuke Sone, el debutante Kim aspira a ser uno de los grandes del cine coreano actual desde el primer minuto del filme, el cual está dividido por episodios al más puro estilo de Tarantino, al no ser capítulos que tengan una sucesión cronológica, lo que evoca directamente a 'Pulp Fiction' (con Macguffin incluido), solo que llevado a un prisma más retorcido, en la línea de 'La doncella'.
Precisamente, aunque sea imposible no pensar en el cine de los Coen, por el singular carácter de sus personajes y su aspiración a relato coral, o en el de Guy Ritchie, por sus secuencias de explícita violencia; lo cierto es que Kim parece mirar más a Park Chan-wook, especialmente en lo referente a lo despiadado de su relato y en cómo mira con crueldad a sus protagonistas, víctimas de sus propias miserias, ambiciones o codicia, siendo un auténtico escaparate de diversas expiaciones.
Una brutal y sangrienta fábula de la miseria
Por ello, el filme tiene como protagonistas a un trabajador de una sauna que no llega a fin de mes, a un controlador de aduanas que tiene una deuda con un peligroso usurero, una mujer que sufre violencia machista y que malvive ganando dinero en un bar de alterne, a la propietaria de dicho bar que también esconde un secreto. Una propuesta de historias cruzadas cuyo nexo en un bolso de viaje de Louis Vuitton llena de dinero y que termina siendo sinónimo de perdición para cada uno de los implicados, como si fuera el objeto que materializase la avaricia, el odio y el rencor en uno solo ser.
Kim demuestra tener buen pulso y sabe controlar los tiempos, pues en ese juego con la línea temporal, el público no se pierde. También demuestra buena mano para el guion, pues dota de suficiente trasfondo a sus protagonistas para comprender cada uno de sus movimientos e intenciones. Esto lo logra también al demostrar ser un buen director de actores, destacando Bae Seong-woo, Shin Hyun-bin y la oscarizada Youn Yuh-jung. Aunque quien realiza una interpretación magistral es Jeon Do-yeon, la cual tiene el papel más versátil y extremo.
'Nido de víboras' es otro ejemplo del estado de magnífica salud que goza el cine coreano. Muestra también a un realizador con mirada propia, que sabe controlar los tiempos y que deslumbra, especialmente al ser una ópera prima. Un magnífico debut que pone en primera línea a Kim, del cual ya se espera con ansias su siguiente proyecto.
Nota: 8
Lo mejor: La fragmentación por episodios y la ruptura de la línea cronológica.
Lo peor: En ciertas situaciones, se le va mano en lo cruel.