Hay un secreto congelado bajo la 'Nieve negra'. Lleva décadas ahí, desde que Juan, un niño de nueve años, fuera asesinado por uno de sus hermanos una mañana mientras cazaban en un frío bosque de la Patagonia. La versión oficial fue que un alud había acabado con la vida de Juan, pero en este thriller medio español medio argentino hay varias capas de hielo que han sepultado la verdad.
Esta premisa y su reparto son las mayores bazas de la cinta dirigida por Martín Hodara. Leonardo Sbaraglia interpreta a Marcos, un emigrante que vuelve a su tierra natal tras la muerte de su padre para cerrar trámites. Lleva consigo a su mujer embarazada, Laura, a quien da vida la catalana Laia Costa, una estrella internacional en ciernes que ganó el Lola alemán a la mejor actriz por 'Victoria' y se está buscando la vida ahora en Hollywood.
Ricardo Darín es Salvador, el hermano que mató a Juan y ha vivido aislado, atormentado y castigado por su padre desde entonces. Con el progenitor ya fallecido, Marcos decide visitar a Salvador con tres objetivos. El primero es enterrar las cenizas del padre en el lugar en el que enterraron a Juan hace años. El segundo, visitar a su hermano e intentar reconstruir la relación, haciéndole ver que no le guarda ningún rencor. El tercero, aunque le cueste aceptarlo, es intentar que su hermano venda el terreno familiar a cambio de los nueve millones de dólares que les ofrece una empresa canadiense.
Otra hermana internada con problemas psicológicos (Dolores Fonzi) y un amigo de la familia (Federico Luppi) son las dos piezas restantes de un puzzle que 'Nieve negra' irá construyendo en dos líneas temporales: el presente y unos flashbacks salteados que vayan desvelando poco a poco qué ocurrió realmente aquella fatídica mañana de caza.
'Nieve negra' es un thriller de secretos familiares, de silencio entre hermanos, y tiene en su centro un triángulo de personajes muy siniestro. La relación tensa e irrecuperable entre Marcos y Salvador, el romance y la esperanza entre Marcos y Laura, y esa curiosidad de ella que la atrae al cuñado misterioso. Esta podría ser una historia de pasiones, pero el ojo de Hodara es tan aséptico y frío como el hielo.
El viaje de Laura
Al final del relato, queda claro que lo que el director quería contar es la decadencia moral del personaje femenino. Y aunque se agradecen las intenciones, en la práctica el papel de Laia Costa es en su mayor parte el de mujer plumero. Espectadora de la mayoría de las escenas, cuando intenta hablar, que es para hacer preguntas, es mandada callar o ignorada. Sin una evolución patente, en el clímax de la película Laura decide coger el toro por los cuernos y propicia el desenlace sin demasiada justificación. Tras lo cual, gracias a un "deux ex machina" resolverá el misterio y se encontrará en el último minuto ante una diatriba moral.
Su decisión es lo que convierte 'Nieve negra' en una tragedia ética, en una especie de 'Breaking Bad' helado, pero por el camino han faltado migas de pan que nos dejaran echar la vista atrás y reconocer esa evolución.
Nota: 5
Lo mejor: El giro final
Lo peor: Más que helados, nos deja fríos en su desarrollo