Es curioso el poder o la influencia que ejercen algunos productores en las películas, sobre todo si estos son cineastas y tienen un estilo muy marcado. Michael Bay no es el director de 'Ninja Turtles', es el productor, sin embargo la cinta podría pasar como uno de sus trabajos e incluso situarse entre los mejores.
Jonathan Liebesman, el verdadero director de la película, es un alumno aventajado en lo que al estilo Bay se refiere, pues las similitudes entre esta cinta y la primera de 'Transformers', otra sorpresa completamente inesperada, son llamativas.
A la hora de plantearte hacer una película cuyos protagonistas son un cuarteto de tortugas mutantes de metro ochenta, que además saben kárate y tienen como padre una rata mutante gigante, puedes tomar dos caminos. El camino de intentar que la historia sea creíble y seria, con reflexiones acerca de la humanidad, los animales y las mutaciones genéticas (algo que sucede últimamente en muchas cintas de superhéroes) o el camino de hacer que el público pase un gran rato en el cine y disfrute. Si conoces el estilo de Bay sabrás que casi siempre tira por la segunda opción y en este caso, Liebesman también. Y para mí es la opción acertada. Pues consigue ganarse tanto a los escépticos como a los fans de la serie animada.
'Ninja Turtles' no es una película para pensar, es para disfrutar. Todo está bien medido, la trepidante acción con persecuciones, luchas y disparos harán que no apartes la vista de la pantalla, y todo esto aderezado con pequeños toques de humor mientras el espectador descansa de la batalla, y a veces dentro de ella, conseguirá que no te aburras ni un momento. Además solo dura 101 minutos así que no supone un esfuerzo sobrehumano de atención.
Y ¿Megan Fox?
Quizá esto es lo que más me ha sorprendido en la película. Cuando ves a una actriz como Megan Fox en una historia como esta, sabes que no la han escogido por sus maravillosas dotes de interpretación, que puede que sí, sino por su capacidad de atraer al público masculino, que además es el público objetivo de este film.
Sin embargo, no se la trata como un objeto sexual, de hecho en cuanto aparecen las tortugas queda relegada a un segundo plano llegando a secuencias en las que se queda perdida de la trama principal. Por supuesto a lo largo de toda la película hay continuas referencias a su belleza e incluso algún que otro chiste sobre su efecto en los hombres, pero todos con humor y respeto.
En definitiva, 'Ninja Turtles' está hecha para que los fans de la serie animada disfruten como niños y para que aquellos que les acompañen no se aburran. Y un consejo, hay que ir a verla al cine, el sofá de tu salón no tiembla mientras una tortuga gigante se desliza por la nieve y hace explotar un camión.