Cualquier documental que hable de una historia de superación bien merece un reconocimiento por su mensaje. No obstante, cuando el filme opta por profundizar mucho más, mostrando una realidad mucho más poliédrica y compleja de lo que las buenas intenciones prevén, es cuando se logra crear un filme mucho más ambicioso y, por tanto, con resultados mucho mayores, pues huye de lo meramente didáctico para crear un largometraje con mirada cinematográfica.
Es lo que sucede con 'El niño de fuego', que obtuvo una mención especial en el palmarés d la sección DOC. España de la pasada 65ª edición de la Seminci de Valladolid, y que se estrena este 24 de enero en Movistar+. Durante cinco años, el documentalista Ignacio Acconcia acompañó a Aleixo Paz, un joven de 20 años cuya vida se truncó en 2009, cuando sufrió un accidente de tráfico yendo con su padre en su camión, llegando a sufrir quemaduras de segundo y tercer grado en el 90% de su cuerpo, estando muy cerca de la muerte.
Desde entonces, Aleixo ha conocido más dolor que otra cosa, pues ha tenido que enfrentarse a varias operaciones, lleva 44. Lejos de mensajes positivistas y de superación feel-goo, el joven muestra el lado más crudo de esa supuesta superación. Es más, en varias escenas, se muestra a Aleixo deseando la muerte más que otra cosa. El documental sabe transmitir esa sensación de furia interna que tiene el protagonista. Acconcia se centra en esas heridas y en ese dolor que no se ve, el interior, el psicológico y de cómo el joven, conforme va creciendo, va madurando.
Un documental honesto
'El niño de fuego' es el testimonio del propio Aleixo, de su familia. Es el joven el que lleva la batuta de este largometraje en el que sí hay superación, pero es tremendamente real, sin dramatismos, con apoyos concretos, como el que Aleixo recibe de la música, de cómo logró canalizar su ira y su frustración a través del rap y cómo este, así como el amor y el apoyo de su familia y amigos, es lo que logra que quiera darle una oportunidad a su vida.
Se trata de un trabajo lleno de dedicación, en el que los años de acompañamiento se perciben en cada escena. El público podrá conocer de primera mano el relato de Aleixo y, sobre todo, podrá ver de manera realista que la superación es día sí y día también y que el trabajo y esfuerzo del joven es una larga carrera de fondo, que aún sigue recorriéndose. Un filme que convierte a los espectadores en partícipes de ese camino, con el que es imposible no aplaudir al ser el protagonista tan valiente de divulgar su propia historia.
Nota: 8
Lo mejor: Tiene una mirada honesta sobre lo que significa en verdad la superación.
Lo peor: Que no haya podido pasar por salas comerciales.
