Como si de un cronista de la facción más cruda de la sociedad en la que vive se tratase, Jordan Peele vuelve a dibujar con 'Nosotros' una de aquellas fábulas de horror que causaron furor en los años cincuenta y que vendría a jugar en el mismo equipo que el eterno mito de los ladrones de cuerpos. Mientras que en 'La invasión de los ladrones de cuerpos' la población rural se convertía en el principal foco de infección para expandir una invasión alienígena a gran escala, en esta el enemigo no vendrá de los cielos, sino que emerge de entre nosotros como uno de los arquetipos que tantas veces se han explotado en la literatura y el cine de horror: el doble maligno.
La figura del doppelgänger, la cual hace referencia a ese doble fantasmagórico que viene a representar un augurio de muerte según el folclore, ya tuvo por parte de E.T.A. Hoffman o Robert Louis Stevenson sus apoteósicas representaciones con 'Los elixires del Diablo' y 'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde', dos de las grandes historias en referencia a ese otro yo maligno que siempre ha funcionado dentro del marco fantástico.
Si con 'Déjame salir', Peele venía a hablar del imperante racismo de la sociedad actual bajo un prisma que podía enlazar las premisas de 'Las esposas de Stepford' con la de 'Yo anduve con un zombie', en su nueva película vuelve a utilizar las reglas del cine de horror (porque 'Nosotros' es un film de terror, tal y como él mismo ha asegurado) para meter el dedo en la llaga y hacer sátira en algo tan absolutamente objeto de ella como lo es la América de Trump.
De igual manera en la que en los setenta George A. Romero y Tobe Hooper acabaron convertidos (gracias a 'La noche de los muertos vivientes' y 'La matanza de Texas') en cronistas de una época al tratar a través de sus propuestas de terror a una sociedad estadounidense corrompida por el trauma de Vietnam y el imperante y cada vez más despiadado capitalismo, si existe una voz en el cine de terror actual que esté sirviendo cual azote del convulso momento político, esa es la de Peele, sin lugar a dudas.
Partiendo de una premisa propia de cualquier home invasion, 'Nosotros' nos presenta a la familia Wilson, capitaneada por una Lupita Nyong'o en el que ya podría ser el gran (doble) rol de su carrera. Con la intención de pasar unas apacibles vacaciones en su casa de la playa, con su llegada al lugar quedarán harto representados los lazos sociales con su entorno, podrido por el ansia de aparentar y del espíritu del ideal de la familia americana, plasmada en todos sus estereotipos negativos tanto en este, un núcleo familiar afroamericano, como en el de sus amigos blancos, convirtiendo a Elisabeth Moss en la odiosa Kitty Tyler.
Los traumas del pasado de una joven Adelaide (Nyong'o) saldrán a la luz cuando una familia que viene a ser una copia casi exacta de todos los miembros de su familia, haga acto de presencia en el lugar con la intención de acabar con ellos. El doble maligno, como buen símbolo de muerte, habrá llegado a la superficie para reclamar su lugar en la tierra de las oportunidades, porque como bien resume la versión maligna de Nyong'o, a la que conocemos como Red: "Somos americanos".
Los otros
Con dicha afirmación, Peele recalca que lo suyo no son las sutilezas, y que de la misma forma en la que con 'Déjame salir' utilizaba a una familia de liberales racistas para retratar a un sector de los votantes del país, ahora hace emerger de la oscuridad a una invasión de dobles terroríficos que han estado viviendo en la sombra y que, mediante textos proféticos como el Jeremías 11:11 (el que viene a hablar de la liberación de los judíos siguiendo a un mesías) o la simbología del conejo (la cual toma una entidad femenina en algunas culturas y significa tanto fertilidad como el inicio de un nuevo ciclo de vida), dota a todo su discurso de horror de una importancia y trasfondo que es absolutamente claro a la hora de ponerse a pensar en ella.
Porque aunque estemos ante un título de terror mayúsculo que no solo dialoga con el género de antaño (Peele hace un guiño directo a 'C.H.U.D.', título de semiculto de monstruos de 1984 sobre una invasión de humanoides que emergen de las cloacas y siembran el pánico en Nueva York) y los problemas de la actualidad, todo su caldo de cultivo da para divagar durante horas, porque con ella se retrata a ese Estados Unidos del "Make America Great Again", siendo la revolución que esta nos presenta la de unos monstruos (los otros) no tan horribles como los humanos (los protagonistas). Porque, al fin y a cabo, todos ellos son la misma cosa: americanos.
Nota: 8
Lo mejor: La locura de mitología que presenta y todas las lecturas que de ella se pueden sacar, dan para varios visionados.
Lo peor: El monólogo explicativo chirría un poco, pues tampoco es necesario dárselo todo hecho al espectador.
