Realizar una ópera prima es uno de los primeros retos de aquellos directores que han logrado saltar del corto y se lanzan a su primer largometraje. En la mayor parte de la situaciones, son ejemplos con los que muestran cuál será su sello personal en caso continúen con la realización en siguientes proyectos, como bien mostraron Rodrigo Sorogoyen con 'Stockholm', Daniel Sánchez Arévalo con 'AzulOscuroCasiNegro' o Paula Ortiz con 'De tu ventana a la mía'.
En cierta manera, es el caso de Jorge Acebo Canedo con 'Occidente', que llega ahora a salas de cine. Protagonizada por Francesc Garrido y Paula Bertolín, el director se ha rodeado de un nutrido grupo de actores experimentados, entre los que destacan Isak Férriz o el también dramaturgo Mario Gas. A diferencia de los cineastas anteriormente citadas, Acebo Canedo opta por una mirada más cercana al cine de João Pedro Rodrigues, Pedro Costa o Jaione Camborda.
Y surge esa comparación porque la lúgubre ciudad industrial a la que regresa H, un director fugitivo en el exilio y que interpreta Garrido. Ese escenario podría ser la Lisboa de Costa en 'Caballo dinero' o 'Vitalina Varela'. No obstante, a diferencia de las últimas cintas del cineasta portugués, a Acebo Canedo le falta concreción en la mirada de lo que quiere narrar. Tampoco ayuda su confusa narración, en la que mezcla demasiado situaciones oníricas, metafóricas y reales, dejando una constante sensación de perplejidad.
Concepto interesante
Sí, se aprecia una idea interesante y una mirada singular. Pero, como justo le ocurrió a Camborda con 'Arima', Acebo Canedo confunde ruptura narrativa y visual con un ritmo excesivamente pausado, con algunos momentos tediosos, lo que provoca cierta sensación de frustración, pues Acebo Canedo plantea la cuestión de qué sucede con una sociedad que ha dejado de lado a la cultura y cómo esta sirve como inspiración, distracción o crecimiento personal.
La mirada de Acebo Canedo es interesante y se percibe un enfoque artístico que puede traer a primera línea un cine rupturista. Ahora bien, toca esperar a un segundo filme para ver si se trata de una cuestión de pulir su sello o, realmente, se está ante un tipo de cine que busca ser tan autoral que acaba perdido en un laberinto sin sentido.
Nota: 4
Lo mejor: La reivindicación de la cultura como elemento esencial de la Humanidad.
Lo peor: Su excesivo ritmo pausado lastra un concepto interesante.