Estrenadas una detrás de otra, las dos primeras entregas de la saga 'Ocho apellidos' se antojaban como un compendio de producciones de corte comercial que reinventaban el concepto de los prejuicios regionales al más puro estilo 'Bienvenidos al norte'. La primera resultó refrescante y se convirtió en uno de los éxitos cinematográficos más recordados de la industria española. La segunda tuvo la mala suerte de estrenarse demasiado pronto y buscar repetir con una fórmula ya vista.
Parecía que no iba a haber una tercera parte, dada la falta de interés de los involucrados en la franquicia original de hacer un 'Ocho apellidos gallegos, manchegos, andaluces o madrileños'. Sin embargo, el nombre de la franquicia era demasiado jugoso como para echarlo a perder. Surge así una especie de reinvención de la serie con 'Ocho apellidos marroquís', que busca funcionar como tercera entrega y película independiente a la vez. Y es que su producción ha sido de lo más accidentada, dado que el primer anuncio del proyecto no revelaba que estuviese relacionada con la saga.
Aunque su director, Álvaro Fernández Armero, insista en que inicialmente iba a titularse como se ha terminado de llamar, el primer comunicado sobre la película revelaba que iba a titularse 'Casi familia', compartiendo parte del espíritu de la saga 'Ocho apellidos'. Fue posteriormente cuando, de repente, se volvió a anunciar con el actual título. Por supuesto, no es extraño que se dudase de hasta qué punto se trata de una mera estrategia comercial por parte de Mediaset España.
Por supuesto, para este reinicio, se ha confiado en 'sospechosos habituales'. Julián López ya contaba con experiencia en comedias románticas internacionales con 'Perdiendo el este'. Aunque tiene química con Michelle Jenner, quien ha sabido defender otras propuestas del género como 'Tenemos que hablar' o 'Miamor perdido', le toca más bien hacer tándem con María Ramos, con la que se busca reinventar los arquetipos de la comedia romántica, buscando ofrecer otro retrato de la mujer marroquí.
La presencia de reparto de origen marroquí le da mayor sensación de veracidad a la propuesta. Hamza Zaidi prosigue labrándose una carrera de actor y uniéndose a esa generación joven de influencers que quiere demostrar que su talento es mucho más amplio. Por supuesto, en una propuesta así, no podía faltar un valor seguro, que es Elena Irureta. La veterana actriz vasca es uno de los talentos más versátiles de la producción del norte, capaz de defender con la misma profesionalidad comedia y drama.
La saga 'Ocho apellidos' consigue ir más allá de la historia de Rafa y Amaia
Más allá de esa duda, toca mirar a la película, la cual busca traspasar fronteras en lo referente a prejuicios españoles. Ya no se trata de chistes regionales, sino de cómo España mira a su vecino del sur, Marruecos. Por ello busca, a modo de comedia, sacar a la luz cómo muchos de los prejuicios relacionados con la inmigración marroquí son fruto más bien del desconocimiento que de una mirada realmente racista o xenófoba.
Para ello, trae la clásica fórmula de la comedia romántica, aunque reinventándola un poco, dado que la pareja protagonista no tiene por qué acabar junta y, por supuesto, esto implica el derecho a rehacer la vida de ambos. En ese sentido, la cinta termina yéndose por caminos conocidos, con el objetivo de dejar cierta sensación de feel-good entre el público.
Más allá de eso, poco más puede destacarse de esta producción que, por otro lado, es también toda una declaración de intenciones. El universo 'Ocho apellidos' ha trascendido a la historia de amor de Rafa y Amaia. Ha evolucionado en un concepto en sí, lo que permite que, por supuesto, pueda haber una cuarta entrega que no tenga por qué estar relacionada con la tercera. ¿Quizás venga un 'Ocho apellidos argentinos' u 'Ocho apellidos rumanos'? El tiempo lo dirá.