De vez en cuando, llegan pequeñas sorpresas que demuestran que hay que seguir confiando en el talento de las nuevas generaciones. Desde la Universad Pompeu Fabra han llegado varios trabajos de final de carrera que han acabado convirtiéndose en interesantes óperas prima, como 'Las amigas de Àgata', 'Júlia Ist', o 'Yo la busco'. Siguiendo esos pasos se estrena ahora 'Ojos negros', premio a la mejor película en la sección Zonacine de la 22ª edición del Festival de Málaga.
Paula es una niña de 14 años. Sus padres de están divorciando y antes de decidir la custodia definitiva, la preadolescente pasará el verano en Ojos Negros, un pueblo de Teruel, junto con su tía y su abuela, a quienes ha visto poco y son prácticamente unas desconocidas. En su viaje descubrirá las tensiones familiares que existen, debido a la enfermedad de su abuela. En medio de este clima hostil, la pequeña querrá disfrutar de sus días de estío. En el pueblo conocerá a Alicia, una chica de su misma edad, de quien se hace amiga. Ese viaje será para ella el inicio de su camino a la adultez.
Una historia cercana que transmite entrega y pasión
'Ojos negros' tiene una principal virtud: sus directores son muy conscientes de su propia realidad. Por ello, ofrecen una propuesta honesta, cuya ambición es coherente con la experiencia y los recursos que tienen. Con el añadido de tener una buena historia que contar, porque esta ópera prima es un trabajo muy entregado, personal, que nace de las experiencias propias de sus creadores.
Su premisa es sencilla: narra el crecimiento personal de una joven protagonista durante sus vacaciones en el pueblo. La película tiene un espíritu muy similar al de la aplaudida 'Verano 1993' (está rodada en Ojos Negros, un pueblo de Teruel del que tiene raíces uno de los creadores), cuya fuente de referencia es el cine de Víctor Erice. Con esas inspiraciones, Marta Lallana e Ivet Castelo, con la colaboración de Iván Alarcón y Sandra García, crean una historia hecha con mimo, en la que queda muy bien plasmada esa sensación de ilusión. Todo gracias a los sentimientos que transmite su protagonista, Julia Lallana, hermana pequeña de una de las directoras principales.
Una joya que sigue los pasos de 'Verano 1993'
Lallana sabe transmitir las dudas y problemas propios de su edad, de forma natural y espontánea, sin aspavientos ni sobreactuaciones. Recuerda en su forma de actuar a Ivana Baquero, una de las niñas prodigio del cine español, que actualmente es un referente del cine independiente con títulos como 'Hielo' o 'Demonios tus ojos'. Puede que sea solo un reconocimiento efímero, pero sería de agradecer que Lallana continuase labrándose una carrera como actriz en su vida adulta.
'Ojos negros' es honesta, es directa y sus creadores conocen sus límites. Ante una propuesta así solo toca aplaudir, al saber enfocar la mirada de la película en su joven protagonista, a la que Lallana, Castelo, Alarcón y García miran de igual a igual, lo que consigue que el resultado final sea tan acertado. Un debut sólido que muestra el potencial tanto de sus directoras principales, como el de los realizadores colaboradores.
Nota: 8
Lo mejor: Julia Lallana y la entrega sincera que desprende el filme.
Lo peor: Aunque la trama está muy bien llevada, la historia de una niña que aprende a ser adulta es algo que ya se ha narrado.