Era marzo de 2020. Con toda la campaña lanzada y con todas las papeletas de convertirse en un nuevo bombazo en taquilla para Mediaset, 'Operación Camarón' anunciaba su retraso a tan solo una semana de estrenarse en cines. La decisión nos pilló a muchos por sorpresa, que en aquel momento ni siquiera éramos conscientes de la que se nos venía encima por aquello que sucedía en China con un virus, pero fue el inicio del cataclismo al que se vieron abocadas las salas de cine.
Casi año y medio después, esta comedia dirigida por Carlos Therón y protagonizada por Julián López, Natalia de Molina y Carlos Librado llega por fin a la gran pantalla con la esperanza de marcar un nuevo punto de inflexión y ser el empujón definitivo para que el público español regrese a los cines. Y desde luego tiene los ingredientes para lograrlo, dado que vuelve a apostar fuerte por todo aquello que llevó a 'Ocho apellidos vascos', 'Lo dejo cuando quiera' o 'Si yo fuera rico', entre muchos otros títulos de Telecinco Cinema, a arrasar en taquilla. Pero con un empaquetado mucho más notable.
'Operación Camarón' nos cuenta la historia de Sebas (Julián López), un músico muy formal de Valladolid que al no encontrar trabajo es enchufado en la policía de Cádiz. Allí deberá formar parte de una operación secreta para destapar al capó de una mafia, lo que le llevará a tener que hacerse pasar por un cani marcadamente andaluz para infiltrarse en una banda de flamenco-trap y tocar en la boda de la hija del mafioso en cuestión.
Si antes mencionaba a 'Ocho apellidos vascos' es porque 'Operación Camarón' vuelve a hacer uso de su fórmula, el jugar con el choque entre los estereotipos de dos regiones de España para crear su humor. En este caso, entre el estereotipo de persona acicalada de Valladolid y el andaluz más cañí y choni, que funciona incluso mejor que lo visto en la película de Emilio Martínez Lázaro con Dani Rovira y Clara Lago. De hecho, he de confesar que me acerqué a 'Operación Camarón' pensado en encontrarme con el humor básico de aquella, llevándome la sorpresa de ver gags mucho más trabajados y con mucha más frescura. Pero no es su única virtud.
Otro de sus puntos fuertes se encuentra en su reparto coral y en una excelente construcción de personajes. Destacar la gracia innata de Julián López en su habitual perfil cómico, la fiereza con la que Miren Ibarguren te hace estallar en carcajadas con cada intervención o el carácter multidisciplinar de Natalia de Molina, que demuestra ferocidad en cualquier género que se le ponga por delante. Pero sobre todo admirar el trabajo de Carlos Librado, cuya interpretación como el líder de esa banda trap denominada como "Los Lolos" es una de las mayores virtudes de la película y casi debería de asegurarle una nominación a Mejor Actor de Reparto en los próximos Goya.
Muy admirable también toda su dirección artística. Lo bien que recrea ese estilo cañí y choni en sus ambientes y vestuario ayuda a que no se sienta como una comedia más del montón. Ayuda también su banda sonora, puesto que los temas compuestos por Riki Rivera, quien habitualmente trabaja con artistas como India Martínez, Álvaro Soler, David Demaría o Cepeda y que ya ganó el Goya a Mejor Canción Original por 'El niño' de Telecinco, son un deleite. Es imposible no salir de la sala de cine no cantando 'Chico Perfecto', el tema principal de 'Operación Camarón' que se te queda grabado a fuego en la cabeza.
Un remake perfectamente adaptado al terreno español
Lo más curioso es que 'Operación Camarón' es un remake de la película italiana 'Song'e Napule', pero se siente como un producto 100% español gracias a este trabajo en los apartados artísticos y su gran labor de adaptación en el guion, firmado por el actor y cómico Manuel Burque junto a Josep Gatell. Además, desde la dirección, Carlos Therón, que con 'Operación Camarón' repite por tercera vez con Telecinco Cinema tras 'Es por tu bien' y 'Lo dejo cuando quiera', traslada a la cinta un ritmo trepidante, por no hablar de su buena mano al combinar elementos tan dispares como la comedia, la acción, el musical o una trama de narcotráfico sin que la película pierda un mínimo de coherencia.
Tiene todos los elementos para arrasar en taquilla y generar un gran boca-oreja. O al menos todo aquello que funcionaba antes de que la pandemia se llevara por delante el hábito de ir al cine. Pero con las inmensas campañas publicitarias de Mediaset esperemos que se convierta en la película que lleve de vuelta en masa al público español a las salas. Desde luego, la cinta lo merece.
Nota: 8
Lo mejor: Su frescura, reparto coral y mezcla loca de géneros.
Lo peor: Que pueda parecer otra comedia del montón, cuando no lo es.
