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CRÍTICA

'Orígenes': Allá donde no alcanza la mirada de la ciencia

La película de Mike Cahill, ganadora de la última edición del Festival de Sitges, es una atractiva historia que invoca con ánimo conciliador el eterno debate entre la fe y la ciencia.

Por Jorge R. Tadeo 14 de Noviembre 2014 | 11:00

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Llega a los cines españoles 'Orígenes', la última ganadora del Festival de Cine Fantástico de Sitges, una interesante muestra de ciencia ficción filosófica a cargo de Mike Cahill, director la celebrada 'Otra Tierra', que se acerca aquí al peliagudo territorio fronterizo -y a priori excluyente- entre la frialdad científica y el misticismo espiritual, al sumergirse sin miedo al ridículo en las peliagudas teorías sobre la migración del alma.

Orígenes

El polifacético Michael Pitt interpreta en esta ocasión a un biólogo molecular que lleva a cabo una ambiciosa investigación sobre los patrones del ojo humano y vive un intenso romance de desenlace trágico con una huidiza joven a la que encarna con enigmática dulzura la franco-española Astrid Bergès-Frisbey y que será clave en la obsesiva búsqueda de respuestas del protagonista.

La película comienza con un tono íntimo e introspectivo, centrada en un atípico romance y envuelta siempre en un sugestivo halo de misterio que desvela progresivamente sus claves y evoluciona hacia una reflexiva y ambiciosa fantasía new age que no será fácilmente digerible para una audiencia descreída, pero que está diseñada con la suficiente elegancia y habilidad para que incluso el más cínico de los espectadores pueda comprar su fabulación espiritual de buen grado.

Una puerta a la esperanza

Esto es debido a que Cahill huye hábilmente en el guion del sermón místico, optando por ofrecer a sus espectadores (y no imponerles) una puerta a la esperanza de reencontrarse con la esencia de lo perdido. Una idea que es demasiado atractiva como para ser rechazada, a pesar de su evidente inocencia, a poco que su audiencia tenga el día receptivo a entregarse al espiritualismo para dar respuesta a aquello que escapa al entendimiento o a la explicación empírica.

Orígenes

'Orígenes' se beneficia además de un atractivo aspecto visual, logrado gracias al excelente trabajo de montaje y a la dirección de fotografía a cargo de Markus Förderer. La película entra fácilmente por los ojos y se quedará además en la retina de aquellos espectadores que se dejen atrapar por la telaraña mística que compone minuciosamente su director, que conjuga con mano maestra los planos sentimental, fantástico y filosófico de su historia, generando como resultado final no ya un debate, sino una aparentemente inevitable reconciliación entre la fe y la ciencia.