El cine de animación ruso tuvo una era de esplendor artístico durante la época soviética con el mítico estudio de animación Soyuzmultiflm. Actualmente, su estilo se asemeja más a las convenciones del cine de animación por ordenador impuesto desde Estados Unidos. Prueba de ello es 'Orm en el reino de las nieves', la secuela de la cinta 'The Snow Queen', que estuvo basada en el cuento 'La reina de las nieves' de Hans Christian Andersen y que ese mismo año Disney adaptó con 'Frozen: El reino del hielo'.
Orm ha dejado de ser el esbirro de la reina después de que Gerda acabase con ella y rescatase a Kai. Ahora el mundo vive en paz y los trolls han logrado liberarse y tener una ciudad próspera para ellos. En esa ciudad se ha instalado Orm con su abuela. Sin embargo, sus vecinos no le tratan como el héroe que ayudó a derrotar a la malvada Reina de las Nieves, sino como un simple minero. Por ello, el troll romperá la promesa de dejar de decir mentiras y hará creer a todo el mundo que fue él quien derrotó a la malvada reina, sólo él y sin la ayuda de nadie. Sin embargo, al romper su promesa, desatará un terrible mal más poderoso que la difunta reina.
Animación tosca y personajes simples
Contra todo pronóstico, 'The Snow Queen' tuvo el éxito suficiente para poder continuar con una secuela. Estrenada el mismo año que 'Frozen: El reino del hielo' en muchos mercados internacionales, en su país de origen se lanzó un año antes, el filme tenía mucho en contra, pese a tener un espíritu más fiel al relato de Andersen, su trama no estaba a la altura del clásico del autor danés y su animación quedaba muy atrás de producciones de este tiempo.
Por ello, su secuela arrastra todos los defectos de su antecesora, además de ser una continuación absurda, cuya moraleja se queda corta para toda la acción que se mete. La cinta quiere dejar claro que decir mentiras es malo, sin embargo, ese mensaje, aunque loable, no es lo suficientemente fuerte para forzar una historia épica.
Secuela innecesaria
Aunque no es sólo eso, sus personajes están muy mal trazados, su animación es más cercana a un videojuego de principios de los 2000 que de una película de animación actual. De hecho, queda muy lejos de producciones similares como 'La casa mágica' o '¡Ups! ¿Dónde está Noé?'. Esta película se queda muy lejos de la calidad de la serie 'Masha y el oso', lo mejor que ha exportado Rusia en los últimos años.
Con lo cual, 'Orm en el reino de las nieves', título con el que se quiere evitar hace referencia a su predecesora, que pasó sin pena y sin gloria por las salas españolas, se convierte en una cinta ideal para poder ver en casa un domingo por la mañana si no se tiene nada que hacer, pero no para visionar en la gran pantalla. Ni siquiera su público objetivo, los niños, disfrutarán de una película insulsa y con animación muy rústica. Lo peor es que tiene una continuación más.
Nota: 2
Lo mejor: Atreverse a hacer una segunda parte de una película fallida.
Lo peor: Su animación, su mensaje, su trama, sus personajes. La lista es demasiada larga.