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CRÍTICA

'Oro puro - Rheingold': Gangsta's Paradise a la alemana

Crítica de 'Oro puro - Rheingold', dirigida y escrita por Fatih Akin. Biopic del rapero y productor musical Giwar Hajabi, más conocido como Xatar. Protagonizada por Emilio Sakraya.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 10 de Febrero 2023 | 08:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Oro puro - Rheingold': Gangsta's Paradise a la alemana

El alemán de origen turco Fatih Akin continúa con su particular saga de biografías reales. Después de retratar la vida del asesino en serie Fritz Honka en 'El monstruo de St. Pauli', el cineasta opta por cambiar de tercio y plasmar con 'Oro puro - Rheingold', el descenso a los infiernos y la posterior rehabilitación del rapero y productor musical Giwar Hajabi, más conocido como Xatar, convertido en una imagen imprescindible del rap y el hip hop en alemán, así como una de sus figuras más polémicas, dado su turbio pasado carcelario.

Oro puro

Akin juega con la línea de tiempo al inicio de la cinta, combinando secuencias del pasado del rapero a las de un presente en el que está en prisión al ser un fugitivo de la justicia. Y es ahí donde inicia la historia de un hombre que nació tras el estallido de la Revolución Islámica en Irán, su país de origen, que vio cómo torturaron a sus padres cuando la familia huyó a Irak, donde el régimen de Saddam Hussein atacó a la minoría kurda tras el estallido de la guerra entre ambos países, que duró entre 1980 y 1988.

El cineasta, en los apartados históricos, hace gala de un estilo histórico que recuerda al que tuvo en 'El padre (The Cut)' y que sabe combinar con una vertiente más urbana cuando la cinta plasma la llegada de la familia a Alemania en calidad de refugiados y la posterior adolescencia y juventud de Hajabi. Aquí se ve que su pasión por la música no solo viene de familia, su padre era director de orquesta y es considerado uno de los grandes catedráticos de música de Alemania; sino que fue, precisamente, su progenitor el que provocó que Hajabi sintiese rechazo por su propia vocación, cuando este abandona el nido familiar, llevándose consigo la fortuna que va logrando poco a poco al recuperar su posición de director de orquesta en su país de acogida.

Oro puro

Akin narra una auténtica espiral de autodestrucción de un joven que decidió meterse en problemas como manera de responder de forma rebelde al abandono paterno. Aquí, se ve la mano del cineasta en un estilo underground que bien podría evocar a sus primeros títulos, especialmente a 'Corto y con filo' o a su título más aclamado, 'Contra la pared'. Muestra también el lado más inhóspito de los suburbios, en cómo los barrios periféricos se fueron convirtiendo en guetos, al más puro estilo de 'Los miserables' de Ladj Ly o 'Ciudad de Dios' de Fernando Meirelles.

Fatih Akin trae un biopic que termina gustando a medias

Eso sí, Akin lo combina con el cine de atracos, de mafias y bandas, dejando la sensación de que la vida de Hajabi ha sido una montaña rusa de experiencias, de cómo un tunante rebelde termina reencontrándose con su pasión por la música y decide rehabilitarse tras ser detenido por haber realizado un atraco en el que se llevó una buena cantidad de lingotes de oro (la mayoría de estos aún no han aparecido). Ahora bien, aunque los giros argumentales y narrativos funcionan al inicio, el resultado final es que da la impresión de que la cinta busca abarcar demasiados aspectos de la vida del rapero y productor musical.

Oro puro

Prueba de ello es cómo los primeros contactos de Hajabi con la industria de la música urbana son interrumpidos por un trama relacionada con el crimen organizado y las mafias. Quizás la vida de Xatar haya sido así, pero narrativamente se siente una especie de marcha hacia atrás para volver, de nuevo, a un punto de partida ya propuesto. Esto provoca que se siente que la película dura demasiado, provocando que el resultado final sea bastante más deslucido.

No obstante, lo que logra que el film se vea interesante es la entrega de su protagonista. Emilio Sakraya ha tenido el mejor papel de su carrera, al mostrar las contradicciones de un tipo con buen corazón cuyo afán de rebeldía le llevó por el camino equivocado. Un tunante con sentimientos, de esos que Akin ha sabido perfilar en otros títulos como 'Soul Kitchen' o los adolescentes de 'Goodbye Berlin'. Sakraya tiene todo el peso del biopic, junto con Ilyes Raoul, quien interpreta a la versión más joven de Hajabi. Lo curioso, es que ambos actores son hermanos, lo que le da mayor credibilidad a esa transición de joven a adulto.

'Oro puro - Rheingold' es demasiadas cosas, una cinta de acción, un drama social, una película de bandas y atracos, un thriller con mirada histórica. El resultado es que Akin se queda a medias de todo, gracias a una historia que se ve lastrada, precisamente, por la propia biografía que retrata. A pesar de ello, sus interpretaciones son correctas y el resultado final es una producción que vuelve a mostrar el compromiso del cineasta germano-turco de adentrarse en las líneas marginales de una Alemania cada vez más multicultural.

Nota: 6

Lo mejor: Sus primeros giros argumentales son interesantes. La actuación tanto de Emilio Sakraya como de Ilyes Raoul.

Lo peor: Precisamente sus giros argumentales terminan cansando en su última parte. Intenta abarcar demasiadas cosas y temas.

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