Tras optar al César a la mejor ópera prima por el drama rural 'Au nom de la terre', el francés Édouard Bergeon se ha tomado con calma su regreso a la gran pantalla. Cinco años después, el realizador estrena 'El oro verde', la cual sí que ha logrado distribución en España y se estrena en salas comerciales este 18 de octubre. El director se pasa al thriller para aumentar el tono de denuncia social a través de lo medioambiental.
'El oro verde' expone las costuras que hay detrás de la producción y exportación del aceite de palma. A pesar de su mala fama y de su manera de ser consumido, la cual resulta muy perjudicial para la salud dado que el 50% de sus ácidos son de grasa saturada, su bajo coste sigue provocando que su utilización sea muy común y esté presente en buena parte de alimentos que se consumen diariamente en las casas, así como en otros materiales de uso cotidiano.
Su excesiva producción ha provocado un terrible impacto medioambiental, con zonas completamente deforestadas para su cultivo, poniendo en peligro la vida de la flora y fauna de la zona (el orangután y el tigre de Sumatra están especialmente amenazados). Con una contribución masiva a los gases de efecto invernadero, su producción también ha puesto en peligro a las poblaciones locales donde se cultiva. Es el caso de Indonesia, el país con mayor producción de aceite de palma del mundo.
De ahí, que Bergeon haya optado por ambientar la trama en este país asiático. Con un guion que firma el propio realizador junto con Emmanuel Courcol y Luc Golfin, 'El oro verde' es un thriller de fuerte denuncia social, en el que se expone la corrupción que existe alrededor de las medidas medioambientales, la hipocresía que existe en Occidente y cómo los lobbys ejercen un poder peligroso.
Un mensaje que la cinta divide en dos y que opta por crear una subtrama esencial para que su denuncia quede patente. La historia muestra cómo un activista medioambiental, Martin Landreau, es acusado falsamente de narcotráfico cuando estaba en una misión en Indonesia. El joven, quien había grabado comprometedoras imágenes sobre la explotación del aceite de palma, es condenado a muerte.
Cine de denuncia con un notable enfoque comercial
Surge así una carrera contrarreloj con la que Bergeon aprovecha para lanzar una fuerte crítica social. Lo hace tanto con escenas que reflejan a Martin enfrentándose cara a cara a la muerte como la lucha de su madre, Carole, profesora de inglés en Sables d'Olonne, para demostrar la inocencia de su hijo y evitar que se cumpla la pena capital.
Bergeon sabe mantener un tono de intriga que logra estar presente a lo largo del film, aunque su ejecución sea convencional. Lo consigue gracias al compromiso que tiene con su denuncia, en el que expone a políticos, empresas y diplomacia. Todo simbolizado a través de una madre coraje que encarna Alexandra Lamy. Aunque la actriz ha transitado por distintos géneros a lo largo de su filmografía, es especialmente conocía por ser la reina de las comedias del cine galo.
En esta ocasión, Lamy muestra su lado más serio y comprometido, con un personaje más ambicioso. La actriz transmite esa fuerza interior que tiene una madre por proteger a su hijo y destapar la verdad, al más puro estilo 'Erin Brockovich' de Steven Soderbergh. No obstante, Bergeon intenta darle un toque realista al querer evitar darle una heroicidad propia de Hollywood, acercando su propuesta a la que dirigió Frédéric Tellier en 2022 con 'Goliath'.
El resultado en un notable thriller con denuncia ecologista y con la que Bergeon busca aprovechar el género para ahondar más en un sistema que no es todo lo contundente que debiese y en el que hay muchos factores en juego para ello (ejemplo de ello, es cómo la UE ha optado recientemente por retrasar un año el veto a las ventas de café, cacao y aceite de palma que causen deforestación).