Los uruguayos Rodrigo Plà y Laura Santullo no viven ajenos a la realidad de su país de acogida, México, ya lo demostraron con 'Un monstruo de mil cabezas', en la que pusieron en evidencia el sistema sanitario privado del país azteca. Ahora, el tándem se centra en lo que padecen los inmigrantes mexicanos que sobreviven en condiciones de riesgo de exclusión social en Estados Unidos y en cómo se enfrentan a situaciones como un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Lo hacen con 'El otro Tom', que fue nominada a cinco Premios Ariel y formó parte de la Selección Oficial del Festival de Mar de Plata.
El filme centra su trama en la realidad de Elena, madre soltera e inmigrante que se gana la vida como puede y que debe lidiar con el TDAH de su único hijo, al que saca adelante sola, puesto que el padre se ha desentendido (a nivel económico). En esa línea, el largometraje acierta en realizar un realista retrato social, cuyas escenas recuerdan al estilo de Sean Baker, muy especialmente a 'The Florida Project'. Ahora bien, la temática se tambalea cuando introduce otra temática, relacionada con el exceso de medicación del sistema sanitario estadounidense.
La producción pone en cuestión sobre si es correcto medicar a un niño hiperactivo, debido a los posibles efectos secundarios. Ese dilema surge tras un accidente doméstico en el que no quedan claros los motivos de la acción del hijo de la protagonista. Debido a ello, Plà y Santullo, los cuales también firman el guion, yerran al centrarse en poner en evidencia la posible excesiva medicación y no tener en cuenta otros factores, especialmente porque el retrato que hacen de la madre soltera dista mucho de ser ideal. Es más, los cineastas hacen un retrato muy incómodo de la protagonista, con una serie de defectos que provocan distancia en el público, aunque, por otro lado, la humanizan.
Una película que hubiera podido ofrecer mucho más
Pero el centrarse en querer poner en evidencia el sistema sanitario y en cómo los servicios sociales pueden retirar la custodia a la madre por negarse a medicar a su hijo hacen que la película no termine de llegar a buen puerto, especialmente porque da la impresión de que ese no era el tema únicamente a tratar y que no explora lo suficiente como para sentir que la postura de la progenitora se justifica.
Sí, es cierto que podría tratarse de un caso de negligencia médica, algo muy probable dado lo mostrado por Laura Poitras en 'All The Beauty and the Bloodshed', reciente León de Oro en Venecia; pero bien podría ser por la desatención que la madre tiene con su hijo, algo que no es responsabilidad del todo de ella, debido a que debe tener varios trabajos al día para poder llegar a fin de mes, una situación que el filme tampoco explora ni denuncia del todo.
Con lo cual, el resultado es un largometraje que se queda a medias en su sentido de denuncia, puesto que no termina de retratar fehacientemente la situación de una madre y su niño con TDHA en riesgo de exclusión social, su denuncia sobre el sistema sanitario es demasiado simple y tampoco entra de lleno en lo desbordada que está la protagonista debido a la realidad de su pequeño. 'El otro Tom' daba para mucho más, especialmente de un director que acertó con su anterior trabajo y de una guionista que, aunque debute en la realización, ha mostrado sobrada solvencia en la escritura de libretos.
Nota: 6
Lo mejor: El espíritu de denuncia social.
Lo peor: La sensación de que quiere criticar demasiadas cosas y se queda en terreno de nadie.
