Hay que remontarse a principios del 2017 para encontrar el origen de 'Overlord', título concebido por el guionista Billy Ray ('Los Juegos del Hambre') y J.J. Abrams, quien puso toda su atención desde el primer momento en una producción que acabaría siendo perfilada por otro guionista, Mark L. Smith ('El renacido (The Revenant)').
Debido al total secretismo que ha ido ligado a muchas de sus producciones, mucho se llegó a decir sobre si 'Overlord' iba a ser un nuevo capítulo dentro del universo de 'Cloverfield', algo que finalmente quedó descartado frente a la idea de presentarnos una historia original que nos llevaba hasta la Segunda Guerra Mundial.
Estrenada en el Fantastic Fest y con todo el hype que nos prometía un espectáculo gore sin igual, tenemos ante nosotros una de las propuestas más originales en lo que a la producción del cine de género de este año se refiere. Porque pocos títulos tienen la capacidad de salir ilesos en cuanto a la hibridación de géneros se refiere, y siendo este el segundo trabajo como director de Julius Avery, queda claro que 'Overlord' es, sin duda, uno de los títulos más originales del año.
Llevándonos hasta el Día D, seremos testigos de cómo un escuadrón de paracaidistas cuya misión es la de llegar hasta un punto clave dominado por los nazis, se toparán de bruces con un secreto que pocos podían esperar: cual plan descabellado de un mad doctor de manual, una serie de experimentos científicos que reviven a los muertos y que los convierten en monstruos sedientos de sangre, se desatarán frente a ellos cual infierno en la tierra.
Como si el componente bélico no fuese lo suficientemente terrible para representar el horror, Avery compone lo que podemos catalogar como el título bélico de terror definitivo, en el que la sangre, las vísceras y la composición de set pieces de acción de infarto se fusionarán para dar luz a una historia que pondrá parte de su foco en la presentación de sus personajes, a quienes tanto la obra de base como el propio director decide prestar la suficiente atención, sin querer que sean los clichés y tópicos propios del género los que hablen, sino que la personalidad y carisma de todos y cada uno de ellos se conviertan en factores clave de 'Overlord'.
Superproducción de videoclub
Imaginemos por un momento cómo hubiera sido la propuesta sin el respalda de Abrams como productor. Seguramente nos encontraríamos con la enésima producción de serie B en la que el gore sirve como mera excusa ante una trama con tintes de superproducción. Es en esa consideración que el mandamás de Bad Robot tiene sobre la historia, en lo que nos encontramos con un film de espíritu trash, como si de una serie B recauchatada de esteroides se tratase.
Yendo más allá, y teniendo en cuenta otros derroteros del cine de género de antaño, 'Overlord' construye a sus personajes de forma sublime y con total aplomo, teniendo en cuenta las leyes no escritas del cine bélico, hasta que estalla como una naziexploitation pasada de vueltas, y en la que mucho verán ciertos atisbos a otras producciones clásicas del género de zombies (término que en ningún momento aparece citado en la película) en la línea de los experimentos del Dr. Herbert West de 'Re-Animator' y de las secuelas (de ahí su espíritu underground) de 'El regreso de los muertos vivientes'.
Nota: 6
Lo mejor: La perfecta fusión entre géneros, lo que le otorga una personalidad propia pocas veces vista.
Lo peor: Que el hecho de que sea un título de un estudio grande, no le haya dado más carta blanca a la hora de ponerse salvaje.