El contraste puede ser un símbolo. La directora Mounia Meddour evidencia esta máxima en la premisa de su opera prima: 'Papicha, sueños de libertad'. La historia de este largometraje situado en la Argelia de los 90 gira en torno a Nedjma (Lyna Khoudri). Ante los horrores de la opresión religiosa a la que se ven sometidas las mujeres, esta universitaria decide lanzar un mensaje de denuncia organizando un pase de moda basado en una pieza, el velo (hiyad).
El ingenio de esta diseñadora es prueba del de su directora. La transformación de uno de los mayores símbolos del conservadurismo extremista en un medio de liberación supone una bofetada contra el machismo. En manos de Nedjma, la pieza adquiere un nuevo significado que refleja los anhelos de igualdad de sus mujeres protagonistas. Es en este aspecto donde Meddour brilla arrancando la emoción de sus actrices.
Las múltiples formas de opresión de las mujeres conforman el calvario de la protagonista. Los padecimientos de Nedjma recrean una realidad que asfixia ante el arraigo de las prácticas machistas dentro de la mentalidad colectiva. La aceptación del lugar servicial de la mujer evidencia una verosimilitud en la obra de Meddour cuya única esperanza es encarnada por su nueva generación de mujeres.
Lyna Khoudri brota entre el espectro de emociones. La actriz protagonista crea una vitalidad que obliga al espectador a seguirla y emocionarse con ella. Khoudri es el comodín que descarna el mensaje feminista de la película. A través de su interpretación, la actriz realza los males del machismo inherente de la sociedad patriarcal. Su dolor e impotencia son pruebas de un trabajo actoral ejemplar que conciencia a través de la empatía por su heroína.
Abarcando demasiado
El retrato de las dificultades de las mujeres argelinas es uno de los grandes puntos de 'Papicha'. Sus subtramas conforman una imagen nítida de una realidad denunciable, pero su número también impiden una mayor profundización. A pesar de su buen hacer al representar la realidad, los conflictos de la película son tantos que apenas van más allá de sus respectivas escenas impactantes.
El interés de su directora por la denuncia social es lo que hace que su temática sea su único hilo conductor. Este aspecto convierte el desfile, los asaltos y otra serie de situaciones en un cúmulo de sucesos dolorosos que rápidamente son sustituidos por la siguiente desgracia sin una conexión necesaria con la anterior. Este tapiz funciona, pero puede resultar poco atractivo para quienes estén más interesados en los detalles de la historia que en el mensaje.
'Papicha' supone un primer largometraje brillante para Mounia Meddour. Ante un comienzo así, se espera con impaciencia lo que puede suponer un segundo trabajo con un talento como el suyo.
Nota: 7
Lo mejor: Lyna Khoudri y el retrato del machismo en Argelia.
Lo peor: Algunos momentos pueden perder impacto emocional ante la sucesión de desgracias de sus protagonistas.