El cine de género español ha ido proponiendo ideas muy arriesgadas en los últimos años. Recientemente, pudo verse en cines 'Visitante', una ópera prima que combina terror, fantasía, ciencia ficción y drama social, o el thriller 'Ego', que jugaba con las dobles identidades. Ahora llega un debut a medias, pues 'La pasajera', presentada en el Festival de Sitges, es el primer largometraje de Raúl Cerezo pero es el segundo de Fernando González Gómez, quien ya realizó la notable 'Estándar'.
De primeras, 'La pasajera' llama la atención con un prólogo terrorífico que da la impresión de que se está ante una película de zombis o de posesiones infernales. Luego, el filme cambia y saca todo el sabor de la España cañí para crear una road movie de horror con un protagonista que cumple con todos los clichés de conductor votante de partidos de extrema derecha, machista de manual, fan de poner las banderas de España en cada rincón de su furgoneta, amante de la tauromaquia y del pasodoble.
Con un protagonista así, interpretado por el argentino Ramiro Blas, el cual intenta tener un acento español creíble y lo consigue a medias, pues que su deje se le escapa en varias ocasiones, Cerezo y González Gómez intentan convertirlo en el cuñado simpático que, finalmente, termina cayendo bien pues, tras ese carácter, se esconde un hombre con buen corazón. Un cliché del cliché, al convertir al personaje en un chiste. Tampoco ayudan el resto del elenco: Cecilia Suárez, Cristina Alcázar y Paula Gallego.
Un experimento irregular
Quitando el caso de Gallego, quien se convierte en una heroína improvisada y eje de cambio en la trama, el resto de personajes son demasiado previsibles, pero esto es, sobre todo un problema de guion. Como pasó con la mencionada 'Visitante', el libreto no sabe qué quiere ser. Escrito por Luis Sánchez-Polack, el cual está basado en una historia original de Cerezo y en un guion escrito por Asier Guerricaechevarría y Javier Echániz, da la impresión de que había una idea original detrás, pero que ha ido modificándose sobre la marcha y lo que aspiraba a ser una versión terrorífica de 'Con quién viajas', termina siendo una extravagante versión de 'La invasión de los ultracuerpos' con monstruos parecidos al de 'Jeepers Creepers'.
Quizás el punto positivo en esto es que el cine de género busca innovar, aunque no siempre dé buenos resultados. 'La pasajera' se nutre de varios momentos efectistas y un ritmo lleno de adrenalina que pueden servir como entretenimiento medianamente decente, a pesar de tener una trama predecible, unos personajes llenos de clichés y una puesta en escena bastante rancia.
Nota: 4
Lo mejor: El loable intento de Ramiro Blas por parecer un macho ibérico.
Lo peor: Su terror termina derivando en una comedia improvisada.
