Entre la marabunta de estrenos que llegan cada semana a la cartelera española, la comedia francesa es uno de esos subgéneros que más se presta a la sorpresa. Especialmente cuando las propuestas que desembarcan en salas se alejan de lo esperado, en un marco que sabe combinar sabiamente lo humorístico y lo dramático. En un tono amable, Christian Carion se adentran en un relato de confidencias del pasado y reflexiones sobre el presente. Eso es lo que es 'Un paseo con Madeleine', uno de esos relatos que bien merece reconocimiento.
A simple vista, la premisa de 'Un paseo con Madeleine' puede recordar a la de 'Paseando a Miss Daisy', una mujer anciana que entabla amistad con un conductor. Sin embargo, ahí quedan las semejanzas. En realidad, la propuesta de Carion narra una carrera de taxi que dura casi toda una jornada del día, con una mujer de 92 años (formidable Line Renaud) que se ve obligada a abandonar su apartamento en París e instalarse en una residencia para la tercera edad. La mujer, que da título a la cinta, le pide al taxista, el arisco Charles (encarnado estupendamente por Dany Boon), que le lleve por aquellos lugares de París a los que les guarda de recuerdo, a modo de despedida.
Surge así una sucesión de confesiones relacionadas con el pasado, en las que se pueden ver a una mujer que ha soportado demasiados golpes en su vida. El film se convierte así en un alegato histórico sobre la desigualdad y en cómo las mujeres se han tenido que enfrentar a la violencia machista, con una joven Madeleine que ve, como tras convertirse en madre soltera al haber tenido un romance con un soldado estadounidense, que se casa con un hombre que decide en convertirse en figura de su hijo y cómo este se aprovecha para maltratar a su esposa y pegar al pequeño.
La cinta muestra la indefensión de la mujer en la Francia de los 50 y cómo el rebelarse y poner fin a tanto dolor le costó la cárcel a la protagonista. La cinta refleja así uno de los primeros golpes, a los que les sucederán otros y con los que Carion, quien firma el guion junto con Cyril Gély, expone la compleja realidad de las mujeres y cómo las de cierta edad han padecido cosas que a la sociedad actual les causaría estupor.
Conquista por su mimo al detalle
En ese profundo relato, en el que hay dolor y tristeza, Carion plasma la entereza de una mujer que supo levantarse y luchar, que se defendió y se convirtió en un ejemplo a seguir. Sin duda, el elemento que más encanta de una cinta que tiene mucho de drama y poco de comedia. Es más, su estilo recuerda al de 'Rosalie Blum' o 'Bajo las estrellas de París', en las que se aprovecha un tono amable para ahondar en un relato claramente dramático.
Eso sí, estas sensaciones no habrían llegado a buen puerto si no fuera por Line Renaud. A sus 94 años, la intérprete se muestra infatigable. Toda una leyenda del séptimo arte y la canción galas y que aquí reivindica el protagonismo para las mujeres nonagenarias. Sin duda, es lo más acertado del film, como haber contado con Dany Boon como chófer. El icónico humorista ha trabajado múltiples ocasiones con Renaud y la química que desprenden es única. También es de destacar que Carion apostase por un intérprete cómico, al cual se le ha visto poco en su vertiente dramática.
Después está ese París de confidencias a través del coche, la ciudad francesa muestra su mirada más melancólica, también la más inclemente, aquella que recuerda que las grandes urbes expulsan a la clase trabajadora. Carion sabe amoldar la villa en un lugar hecho para las confidencias entre la dama y el taxista.
Con un tono amable que sabe recubrir su esencia dramática, 'Un paseo con Madeleine' es de esos milagros que recuerda la importancia de darle oportunidad a aquel cine alejado de la temporada de premios o que se postula para convertirse en el taquillazo o comedia del año. Esas propuestas que saben llevar lo cotidiano, lo anónimo, a la gran pantalla y lo hacen con esmero y delicadeza.