El mundo de los biopics siempre está a la orden del día, no hay año donde no descubramos una nueva figura célebre, o no tan célebre, y nos interesemos por descubrir más sobre su universo. Christian Schwochow ha decidido elegir a la pintora Paula Modersohn-Becker como la protagonista de su última película. Desde 'Al otro lado del muro', no habíamos visto ningún film del realizador alemán en terreno español. El mundo de la pintura es uno de los universos más importantes y curiosos que se puede encontrar en este género, en especial, como en el caso de Modersohn-Becker si son totales desconocidos, para el gran público, y vivieron en una época marcada por las corrientes del momento como el fauvismo, el expresionismo y cómo no, ese toque bohemio necesario para este tipo de mundos.
'Paula', como su propio nombre indica, trata la vida de la pintora antes nombrada, durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Un retrato de la difícil vida que tenían las mujeres en ese momento y donde si era complicado para un hombre hacerse respetado en el mundo de la pintura, todavía más para Paula. A través de las diferentes etapas de su vida, descubrimos cómo vivió en Worpswede en Alemania y su famosa etapa en París, donde conoció otros grandes artistas y poetas de la época. Un retrato de cómo ser un adelantado a tu tiempo, puede no ser siempre comprendido por las personas que te rodean.
Profundizar dentro de un universo tan complejo como es el mundo del arte, hace que sea todavía más atractivo el investigar sobre las vidas de los pintores, en especial de aquellos más desconocidos y que vivieron momentos tan claves como la modernidad en las corrientes pictóricas. La película le da una importancia excesiva al trabajo de Paula, algo que no está mal, pero debería haberse visto compensada por esa parte personal y romántica que hace todavía más grande a su artista. El director coloca a la protagonista como un icono feminista, algo necesario, en especial por la reivindicación del movimiento y de la visibilización desde siempre. El problema es que este mensaje se queda a medio gas y no se puede percibir totalmente a Paula como un icono. La falta de claridad y de profundización en su personaje hace que se convierta en un cliché del tiempo, habría sido más acertado llegar a las entrañas de la vida y del pensamiento de la propia Paula y no dar algunas pinceladas, que hacen que el espectador pida más de lo que se está viendo.
Aun así, el desarrollo de cómo funciona el mundo de la pintura, en especial en ese tiempo, hace que la película se sostenga. Pese a no tener el suficiente factor sentimental y humano, no deja de ser un homenaje hacia la pintora. El guion intenta plasmar de forma verosímil cómo transcurrían aquellos años, qué corrientes estaban y la vida bohemia en París. La presencia de Paula en la ciudad francesa es uno de los momentos que encumbra a la película, en especial, por mostrar una París bohemia que, aunque a veces cae en el cliché, también da esa visión más fría y vacía. En ese momento, es donde se pueden ver los momentos más emocionantes de la película. Una buena utilización de los recursos estilísticos que consiguen transportarnos a dicha época. El único fallo es la falta de conexión con el espectador y crear una barrera invisible fría que no permite una mayor unión.
Carla Juri ha sido la encargada de tener el reto de convertirse en Paula en el film. La realidad es que la actriz ha sabido dar un verdadero homenaje con su actuación hacia la artista. Pese a no poder brillar en su totalidad por la falta de sustancia en su personaje, sí que dota de personalidad y de color a la película gracias a su actuación. En cierto modo, era imprescindible la elección de una buena actriz, dado que el peso de la película ha sabido llevarlo a la perfección y en ningún momento, se queda a medio gas. Acompañada de un reparto más que correcto, Juri ha sabido reforzar una personalidad más carismática de Paula. En este sentido, sí puede decirse que hay una empatía hacia el público, algo que por ejemplo ya ocurrió con Amy Adams en 'Big Eyes' de Tim Burton. Aun así, es una pena que el resultado como película con todos los elementos que la forman, no hagan justicia a la interpretación de Juri.
Cliché y cliché
La ruptura con lo políticamente correcto es lo que se echa de menos en esta película. Una muestra de complejidad y de justicia hacia su protagonista y no sólo una sucesión de clichés de la vida machista, que ya sabemos que existía en ese tiempo. Falta ese desgarro que se puede percibir en sus obras y es que no se puede uno olvidar que Paula fue una adelantada a su tiempo. Hubiera sido interesante proyectar esta estética, más original, más fuerte y no tan pura y correcta como al final ha sido el resultado final. Hubiera sido curioso saber más sobre las amistades de la pintora, de cómo Cezanne fue tan importante en su vida y no únicamente unas pinceladas que hacen que tengamos una cierta idea de ello. Una sucesión de parámetros típicos de la recreación histórica, cuando no hay nada de malo por innovar o por lo menos, dar mayor fuerza al mensaje de la biografía que se está tratando como se pudo ver en 'La vida en rosa (La môme)' con Marion Cotillard.
En conclusión, 'Paula' es un biopic interesante pero que dista mucho con ser redondo. La falta de sentimiento, de emoción y de pasión hacen que sea una recreación superficial, que se puede notar su frialdad en su acabado. Una artista con una vida corta, dado que murió a los 31 años, que podría haberse desarrollado de una manera mucho más interesante para el espectador. Aun así, para los que no saben quién es la pintora y quieren ver una visión de aquellos tiempos, 'Paula' puede ser entretenida y no deja de colocar el "gusanillo" de querer saber más. Una película biográfica que podría haber dado mucho más de sí y haber destacado en el cine europeo, como sí han hecho otras producciones.
Nota: 6/10
Lo mejor: Carla Juri como Paula y el homenaje que le hace con su actuación.
Lo peor: La falta de profundización en la vida de la artista.
