Si hay un título que mostró que las comedias románticas tenían espacio para la innovación fue 'Una cuestión de tiempo', en la que Richard Curtis permitía que Domhnall Gleeson tuviese el don de regresar atrás en el tiempo para conquistar al amor de sus sueños. Recientemente, desde Alemania, Maggie Peren trajo 'Boda sin fin', en la que encerraba a Alicia von Rittberg en un bucle temporal digno de 'Atrapado en el tiempo' aunque en un escenario más cercano a 'La boda de mi mejor amigo'. También juega con el factor tiempo el actor y director Josh Lawson con su segundo largometraje como cineasta, 'Un pequeño contratiempo'.
A diferencia de las anteriores propuestas, 'Un pequeño contratiempo' provoca que su protagonista, un treintañero recién casado, viva en apenas 24 horas los 10 años de relación conyugal con su esposa, Leanne. Un juego temporal novedoso, al que Lawson, el cual también firma el guion, pone a Rafe Spall como principal alma de la cinta. Su desconcierto en cómo los años se le escapan en apenas minutos es compartido con el público. El intérprete británico, hijo del célebre Timothy Spall, es puro carisma, de esos que sabe atrapar al espectador, es imperfecto, tiene un toque egocéntrico pero también tiene un buen corazón.
Spall representa al millennial actual, con sus propias contradicciones e ideales. En ese viaje temporal, Lawson aprovecha para retratar cómo la generación actual de treintañeros vive al límite, hasta el punto de que faceta laboral acaba absorbiendo a la personal, es llamativo cómo el protagonista trabaja a destajo y se nutre económicamente, a cambio de deteriorar rápidamente su vida conyugal. Este trasfondo dota al filme de una mayor complejidad que evita que sea la comedia romántica convencional. Curiosamente, su apuesta teatral hace que ese futuro que Lawson imagina no sea muy distinto del presente actual, lo que remarca la sensación de cercanía.
Una película que conquista gracias al carisma de Rafe Spall
Por otro lado, es maravillosa la química que desprende Spall con Zahra Newman. Ambos protagonizan discusiones de pareja que muestran ese proceso de cambio que vive la generación actual de treintañeros. Debido a que la premisa hace que 10 años queden resumidos en apenas 90 minutos, la cinta no permite ahondar más en este aspecto. No obstante, parece que Lawson no buscaba crear un 'Secretos de un matrimonio' futurista, sino más bien una comedia romántica original en la que se avala por vivir y disfrutar de los pequeños detalles, sin que eso sea sinónimo de sacrificio alguno.
'Un pequeño contratiempo' funciona como espléndida comedia romántica, una propuesta diferente a las habituales que basa su principal fuerte en el carisma de su protagonista. Rafe Spall demuestra tener potencial de galán improvisado, de esos que consigue llenar la pantalla. Una película ideal y refrescante, de esas que se disfruta justamente cuando se acerca el verano.
Nota: 7
Lo mejor: El carisma de Rafe Spall y la humanidad que transmite su personaje.
Lo peor: Es una propuesta original, pero algo liviana, tampoco ayuda que haya pocos escenarios.
