Sin duda, el cine de animación francés es uno de los más interesantes, gracias a su mirada artística, que va en sintonía con un enfoque comercial en sus tramas, lo que permite ofrecer un equilibrio que le ha convertido en uno de los referentes, tanto del panorama europeo como internacional, ejemplos recientes son títulos como 'Las vidas de Marona', 'La famosa invasión de los osos en Sicilia' o 'Dilili en París'.
Después de triunfar con 'El gato del rabino', Joann Sfar regresa, de nuevo, llevando a la gran pantalla una de sus novelas gráficas, 'El pequeño vampiro', una historia de aventuras con espectros y leyendas, con la que crea una fábula moderna con una estética, con la que vuelve a demostrar que es posible narrar con una estética diferente y alejada de la animación por ordenador.
Porque 'El pequeño vampiro' resalta, precisamente, por su estilo de animación, que evoca a las antiguas ilustraciones de Susi Weigel, pues su estética es muy diferente a la de 'El gato del rabino' o 'The Prophet'. Aparentemente simple, el filme así retrotrae a otra época, lo que le da cierto toque añejo al filme, que combina bien con una historia con elementos clásicos, cuyo trasfondo es bastante más complejo de lo que aparenta, pues el filme ahonda en las terribles consecuencias que puede provocar un amor no correspondido y cómo eso acaba convirtiendo en monstruos a aquellos que aparentaban a amar.
Un nuevo éxito del cine de animación francés
Además, el filme explora la importancia de la amistad y aprovecha para reivindicar la importancia de la diversidad con la metáfora de las figuras sobrenaturales. En este aspecto, 'El pequeño vampiro' puede recordar a la saga 'Hotel Transilvania', pero Sfar, quien firma también el guion de su propia adaptación, evita caer en el chascarrillo fácil, lo que eleva a su filme en otra categoría, gracias también a que, en el fondo, el filme narra dos historias distintas, que funcionan como dos actos distintos.
Con una estética personal y una historia didáctica y divertida, 'El pequeño vampiro' es una pequeña joya animada, de esas que se disfruta más allá de su naturaleza infantil, como 'El malvado zorro feroz' o 'Ballerina'. Una fábula estupenda que ofrece una mirada distinta al cine de animación proveniente de Hollywood. Una alternativa europea a otras propuestas (también muy buenas, que conste) que actualmente conquistan al público familiar en salas como 'Los Croods: Una nueva era', 'Trolls 2: Gira mundial' o 'El jinete del dragón'.
Nota: 8
Lo mejor: Su magnífica animación y la amistad entre el vampiro y el niño humano.
Lo peor: Debido a su carácter infantil, habrá cierto público que la infravalore.