A muchos les cuesta aprender que, en las modas, el segundón rara vez se lleva la porción del pastel. Lo estamos viendo con la oleada de fracasos post-'Crepúsculo', pero hay que recordar que, antes de que llegaran los vampiros, nos iban los niños con poderes mágicos y profecías místicas. J.K. Rowling reventó los récords literarios con 'Harry Potter', y Rick Riordan intentó subirse al carro años después, cambiando las varitas y escobas por la mitología griega. Los libros pudieron heredar un poco de ese fervor de la época, pero una película hecha con muy poco amor por las páginas originales evitó que el hijo de Poseidón pudiese rascar aunque fueran los restos del niño de la cicatriz.
Contra todo pronóstico, 'Percy Jackson y el mar de los monstruos', la adaptación de la segunda novela de la colección, es toda una realidad. Nadie se esperaba este giro de los acontecimientos, con la discreta taquilla de la primera entrega, que llegó a cubrir el presupuesto y poco más. Pero el Campamento Mestizo abre de nuevo sus puertas, y esta vez han venido con la lección aprendida.
Tras haber salvado el Olimpo, Percy se encuentra rodeado de dudas. ¿Vale para esto de ser un héroe o fue la suerte del principiante? Poco tiempo tendrá para meditar, ya que el árbol de Talía, que protege el Campamento como si fuese una muralla invisible, está enfermo. Para curarlo, Percy y sus amigos tendrán que encontrar el Vellocino de Oro, escondido en el Mar de los Monstruos, conocido por los humanos como el Triángulo de las Bermudas.
Ahora que Harry Potter se despidió de los cines hace mucho, parece como si la película de Thor Freudenthal quisiera aprovechar que ya no tiene a su peor enemigo acechándoles. Sin embargo, es probable que el público haya pasado página o, sobre todo, que no quieran volver a arriesgarse. Y es una pena, porque esta secuela mejora bastante el nivel y hace justicia a una idea que podría haber dado mucho juego, si se hubiera apostado realmente por ella. ¿Dioses griegos en el mundo real? ¿Cíclopes, minotauros, gorgonas? El potencial está ahí, y 'El mar de los monstruos' logra sacarle partido con mucha más agilidad y frescura que la primera película.
Los libros eran una opción más desenfadada que las aventuras de Hogwarts, y por suerte, también lo es la película. El humor cobra mayor protagonismo en esta ocasión, aunque sea en versión "para todos los públicos". Haber conseguido a Stanley Tucci como Dionisio, dios del vino, o a Nathan Fillion como Hermes, ayudan a ver esta película con otros ojos. Y aunque sus apariciones sean muy pequeñas, roban las escenas sin problemas con su carisma habitual y las frases más ingeniosas del libreto (pullita a 'Firefly' incluida, como no podía ser de otra manera). En este saco podríamos meter también a Anthony Head como Quirón (en sustitución de Pierce Brosnan). El resto del reparto cumple su papel sin muchos alardes, aunque Logan Lerman demuestra que da la talla como héroe juvenil, y Leven Rambin también destaca en el papel de la poco amigable Clarisse.
No veremos nada que no hayamos presenciado antes, en el cine infantil-juvenil parece que el 90% está inventado. Pero tampoco pretende sorprendernos, sino que se limita a cumplir con algo menos de dos horas de aventura trepidante. El hecho de no contar con un enemigo a la altura sigue siendo un problema, aunque la aparición de cíclopes, zombies y demás seres mitológicos permitirá al hijo de Poseidón lucir sus poderes acuáticos y su manejo de la espada, y captar al espectador con semejante almanaque. A eso le sumamos el descubrimiento de un secreto familiar, y la aparición de una siempre recurrente profecía en la que puede estar involucrado. Elementos que hacen de 'El Mar de los Monstruos' una cinta poco original pero efectiva, que ya es bastante.
Un universo digno de ser explorado
Realmente, la saga 'Percy Jackson' tenía el potencial para convertirse en toda una franquicia cinematográfica. La forma de mezclar la mitología (obviando el detalle de que muchos historiadores se arrancarían los pelos con semejante afrenta) con la aventura da muchísimo juego, y las novelas lo demuestran. Sin embargo, 'Percy Jackson y el ladrón del rayo' sirvió para dejar claro que los errores pasan factura. 'El Mar de los Monstruos' llega con las ideas mucho más claras, habiendo encontrado su sitio en una posición más cómica y simple, pero llega quizás demasiado tarde. Si se hubiera apostado realmente por esta saga, y no hubiera querido beber demasiado pronto de las modas creadas por otros, ahora podríamos estar ante todo un fenómeno. Pero el tiempo ha pasado, pronto será absurdo que los actores mantengan a unos personajes relacionados con una profecía que finalizará cuando cumplan 20 años (edad ya superada por Logan Lerman), y todavía quedan tres libros por adaptar. Haya o no continuación (y lo peor es que la película nos deja con todo el "cliffhanger" preparado), es dudoso que lleguemos a ver la historia de Percy Jackson terminada en cines. ¿Por qué empezar algo y dejarlo a medias?
Por lo tanto, tendremos que conformarnos con lo que hay, y 'Percy Jackson y el Mar de los Monstruos' es una excusa perfecta para hacer las paces con el Olimpo. No será una experiencia comparable con la de probar el néctar divino, pero permitirá que la familia al completo disfrute de una historia llena de magia y aventura.
