Después del éxito de 'Perdiendo el norte', una comedia en la que el trasfondo estaba en la dura realidad a la que se enfrentaban los jóvenes españoles (muy bien preparados académicamente) al emigrar a un país extranjero, ha llegado su secuela, 'Perdiendo el este', en la que el público verá cómo se defiende Braulio (Julián López) es un país tan diferente como China.
Después de aceptar una propuesta de profesor en la Universidad de Hong Kong, Braulio viaja hasta la antigua colonia británica para hacer la presentación con la que podrá firmar el contrato y, por fin, ejercer la profesión para la que ha estudiado. Sin embargo, su escaso nivel de mandarín, provoca que la prueba se convierta en un auténtico caos. Sin visado y con riesgo de ser expulsado antes de volver a presentarse a la siguiente convocatoria, un día conoce Xiao, una joven china que podría ser la solución a sus problemas.
Las desventuras de Braulio
Quizás el gran problema que tiene 'Perdiendo el este' frente a 'Perdiendo el norte' es que su fórmula ya está vista. Sí, en la anterior cinta se narraba la situación de muchos jóvenes españoles, preparados y con carreras universitarias, que se veían obligados a subsistir en trabajos precarios en el país que les acogía. Ahora no, el protagonista está a punto de trabajar en lo que ha estudiado. Sin embargo, el trasfondo, en verdad, en el mismo.
Con lo cual, ya la propuesta empieza con mal pie. Tampoco ayuda que su humor no cause gracia. Esto no es culpa de los actores, Julián López defiende como puede su papel, igual que Miki Esparbé y Edu Soto. Sin embargo, los actores están completamente desaprovechados, de nada sirve tener buenos cómicos si se les hace decir chistes rancios, trasnochados y, hasta cierto punto, ofensivos.
Secuela innecesaria
Después está la trama amorosa, completamente forzada y con la que el público no va a poder identificarse, básicamente porque las situaciones de comedia de enredo van muy rápido. También está el enfoque que tiene la protagonista femenina, Xiao, considerada "una mujer sobrante" por haber decidido vivir su vida y no tener pareja, pese a estar en "edad de casarse".
Lo que parecía una crítica velada, a modo de comedia, de la situación a la que se enfrentan miles de mujeres tanto en Hong Kong como en China, acaba quedándose en papel mojado, puesto que el personaje de Chacha Huang, al final, carece de autonomía y decisión propia. Entonces, ¿de qué sirve poner el foco en una situación de desigualdad y machismo si no se ahonda en ello?
'Perdiendo el este' gustará a aquellos amantes del humor de brocha gorda, de chistes incómodos y situaciones grotescas. Lo único positivo es que cuenta con unos actores protagonistas que defienden, como pueden sus personajes, aunque están muy desaprovechados. Una secuela innecesaria que debería, a los productores, hacerles replantear cómo pueden enfocar una hipotética tercera parte.
Nota: 3
Lo mejor: Los actores, especialmente Julián López.
Lo peor: Su humor no causa gracia.