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CRÍTICA

'Petite maman': Recuerdos de la infancia materna

Crítica de 'Petite maman', dirigida y escrita por Céline Sciamma. Premio del Público en el 71 Festival de San Sebastián y Premio del Público en la sección Perlas del 69 Festival de San Sebastián.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 29 de Octubre 2021 | 12:00
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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En 2019, Céline Sciamma se coronó como una de los grandes cineastas franceses de la industria actual con su espléndida 'Retrato de una mujer en llamas'. Ahora bien, aunque la delicadeza de ese largometraje fuera de época, con la que aprovecha para plasmar en ese lienzo los deseos y pulsiones de las féminas del siglo XVIII, realmente el espíritu del filme es un sello muy propio de su directora, capaz de reconvertirlo y transformarlo en una entrañable fábula para los más pequeños de la casa.

Petite maman

Eso es lo que se ve con 'Petite maman', que llega a salas comerciales tras haber obtenido el Premio del Público en el 71 Festival de Berlín y en la sección Perlas de la 69ª edición del Festival de San Sebastián. En apenas 72 minutos, Sciamma configura un relato con tintes fantásticos y con tintes de realismo mágico, con el que crea un cuento sobre la aceptación del duelo en plena infancia, así como también el comprender los propios males de los padres, como puede ser la depresión.

Aunque es hablar de 'Petite maman' en líneas generales, pues, como su propio título deja entrever, es un homenaje a los vínculos emocionales entre madres e hijas. La pequeña Nelly, con solo 8 años, acaba de perder a su abuela, de la no pudo despedirse en condiciones, y ve cómo su madre entra en una depresión. Cuando esta desaparece, la pequeña termina en el bosque, donde conoce a una niña muy parecida a ella que resulta ser su madre cuando tenía su misma edad. Ese viaje en el tiempo provoca que ese bosque se convierta en un escenario mágico, sobrenatural, pero retratado con suma naturalidad, con aires cotidianos.

Petite maman

Una obra maestra. Un hermoso retrato sobre la melancolía de la infancia

Es ahí donde Sciamma triunfa. Sí, se ha comparado su obra con filmes de Miyazaki como 'Mi vecino Totoro' o 'El viaje de Chihiro' y podría decirse que tiene más del primero que del segundo -por ese escenario tan verde-. Sin embargo, si hay que hermanarla con una obra de Studio Ghibli es con 'El recuerdo de Marnie', en lo referente a esa fusión entre pasado y presente. Pero en todos los casos serían pequeños retazos, pues Sciamma tiene sobrada experiencia como narradora de la infancia y la adolescencia.

Petite maman

Guionista de películas magníficas como 'Cuando tienes 17 años' o 'La vida de Calabacín', la cineasta ha logrado traer una mirada profunda y única a los asuntos relacionados con la niñez o la juventud. El hecho de que los mire de igual a igual sería uno de los motivos principales, como bien demostró en la compleja 'Tomboy'. En el caso de 'Petite maman', Sciamma hace un ejercicio de condensación fascinante, pues en apenas 72 minutos es capaz de encantar con sus entrañables protagonistas menudas. Muy certera la decisión de elegir a dos niñas gemelas para que interpreten a madre e hija.

En su sencillez, Sciamma firma su obra más redonda y la que puede ser una de las más representativas de su carrera, con permiso de la mentada 'Retrato de una mujer en llamas'. La cineasta demuestra ser una digna sucesora de André Téchiné, pues tiene una delicadeza y un equilibrio a la hora de abordar los problemas cotidianos únicos. Un regreso por todo lo alto que solo hace que la expectación sobre su próximo proyecto -en calidad de guionista, vuelve pronto con 'París, distrito 13' de Jacques Audiard-.

Nota. 9

Lo mejor: La forma tan natural que tiene para introducir elementos fantásticos. La espontaneidad de Joséphine y Gabrielle Sanz.

Lo peor: Que no tenga la visibilidad suficiente en una cartelera sobrecargada.

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