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CRÍTICA

'Philomena': Un acto de fe

Stephen Frears dirige a Judi Dench y Steve Coogan en 'Philomena', una película que cuenta la lucha de una madre por encontrar a su hijo, que fue dado en adopción contra su voluntad. Estreno el 28 de febrero.

Por Guillermo Álvarez 27 de Febrero 2014 | 10:00

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El cine está plagado de adaptaciones literarias, algunas basadas en hechos reales y otras no. Lamentablemente, 'Philomena' pertenece a este último grupo para desgracia de la protagonista, Philomena Lee, que protagoniza el libro publicado por Martin Sixsmith 'El hijo perdido de Philomena Lee'.

'Philomena'

Philomena es una anciana irlandesa que reside en Inglaterra con su hija. Enfermera jubilada, ha pasado la mayor parte de su vida guardando un secreto con la ayuda de su fe y su sentimiento de culpa, hasta que un día le cuenta toda la verdad a su hija. Philomena tuvo un bebé cuando era joven que fue dado en adopción contra su voluntad.

La hija de Philomena contacta por casualidad con un periodista político caído en desgracia al que pide que ayude a su madre a buscar a su hijo perdido. Tras pensárselo mucho, ya que no quería dedicarse a temas de interés humano, decide aceptar y ayudar a una mujer desesperada.

Para conocer el presente es necesario saber qué ocurrió en el pasado, lo que nos lleva a la Irlanda de 1952. Philomena es una joven 'deshonrada' a quien su padre echa de casa por haberse quedado embarazada y la interna en el convento del Sagrado Corazón de Jesús y María en Roscrea, donde da a luz sin anestesia a un varón que nace gracias a la pericia de una de las hermanas, que no deja que el bebé muera. El niño recibe el nombre de Anthony y se convierte en la gran alegría de una madre que le adora y que apenas puede verle más que una hora al día.

'Philomena'

Philomena tiene que trabajar todos los días de la semana para pagar su estancia y la de su hijo en el convento, donde las hermanas hacen saber a las jóvenes el gran pecado que han cometido, provocando un sentimiento de culpa que no las abandonará nunca. Un día de 1955, Anthony es adoptado por un matrimonio que se lleva a su hijo para siempre, un hijo al que nunca ha olvidado y al que nunca ha dejado de buscar.

El talento inagotable de Judi Dench

Existen varios puntos destacables en esta película, el primero de ellos es el magnifico guion, obra de Steve Coogan, coprotagonista de la cinta junto a Judi Dench. La historia da para muchas lágrimas, más aún pensando que es real, pero sin embargo la película no quiere ser un festival del drama, sino que cuenta lo que ocurrió sin darle toques lacrimógenos de esos que tanto les gustan a determinados directores para ciertas películas de similar factura; Stephen Frears no lo ha hecho, y se agradece. Además, sabe viajar del drama a la 'comedia', haciendo que el espectador esboce varias sonrisas a lo largo de la cinta.

Otro punto a favor es la actuación de los protagonistas. Coogan está brillante como ese periodista cínico que termina ayudando a Philomena en busca de una historia que posibilite su rehabilitación laboral. Su personaje da un gran viaje desde que abre la película hasta el final, que Coogan sabe llevar con maestría.

'Philomena'

Mención aparte merece Judi Dench, que aunque probablemente no se llevará el Oscar por la gran competencia, puede seguir presumiendo de ser una de las mejores actrices de la historia del cine. Su rostro, sus gestos, sus palabras y su voz son la mejor Philomena posible. Su interpretación raya la perfección, y deja al espectador con buen sabor de boca pese al drama que arrastra su personaje.

Con todo ello se ha construido una gran película que cuenta una de las aberraciones cometidas por la Iglesia Católica, la venta de niños; y es que a lo largo de la historia, la moral católica ha provocado un gran sentimiento de culpa en ciudadanos cuyas acciones hoy no son reprochadas por la sociedad occidental, pero que hasta hace muy poco sufrían persecución y vergüenza. Las madres solteras fueron un grupo despreciado, a las que se hacía saber que su pecado era grande, y su penitencia, la culpa eterna. Philomena Lee fue una de las mujeres que sufrieron esta desgracia y demostró ser mucho mejor persona que aquellas que decían servir a Dios. La fe sirvió para salvarla, y de paso crear este relato transformado en película que no se puede dejar de ver.

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Philomena 7,4 Philomena