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CRÍTICA

'Pinocho': El regreso del espíritu barroco

Crítica de 'Pinocho', dirigida y coescrita por Matteo Garrone. Adaptación de la novela clásica de Carlo Collodi. Protagonizada por Federico Ielapi y Roberto Benigni. Ganadora de 5 Premios David di Donatello.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 18 de Septiembre 2020 | 09:00
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Han sido muchas las adaptaciones de 'Las aventuras de Pinocho' (1881), la célebre novela de Marco Collodi, conocida popularmente como 'Pinocho'. Considerado un cuento infantil, en la memoria colectiva su imagen está asociada a su adaptación más reconocida, la producción de Disney de 1940, considerada una obra maestra de la animación. No obstante, pese a ser un título imprescindible de la historia del cine, no es su adaptación más fiel.

Han sido muchas las veces que ha habido intentos de replicar este éxito, siendo, la mayor parte, adaptaciones que no supieron captar la esencia de cuento gótico de la novela del escritor italiano, siendo, quizás, la única excepción la miniserie de 1972 dirigida por Luigi Comencini. Con varias versiones en producción, Guillermo del Toro está inmerso en su propia adaptación en animación stop-motion y Disney está produciendo su remake del clásico de 1940, Matteo Garrone se ha lanzado a ofrecer la suya propia, que es, sin temor a la exageración, la aproximación más certera a la obra de Collodi.

Pinocho

Garrone trae el espíritu de fábula clásica, con siniestro trasfondo, de la novela del autor italiano, en el estilo de la narración, al ser una historia que va contándose a través de episodios, como el libro original, lo que permite conocer ese lado picaresco del joven protagonista, interpretado por un formidable Federico Ielapi, que también guarda un corazón excesivamente noble, debido a su naturaleza, una combinación muy difícil de retratar en la gran pantalla, especialmente con títulos pensados para el público familiar.

Junto al joven Ielapi está un maravilloso Roberto Benigni, que se mete en la piel de un Gepetto más mundano y menos afable de lo que ha sido en anteriores adaptaciones. El actor de 'La vida es bella' (1998) logra que pueda olvidarse que él mismo fue Pinocho en su denostada adaptación de 2002. Mención también para Marine Vacth, la actriz que descubrió François Ozon con 'Joven y bonita' (2013), que logra transmitir esa bondad etérea que es el hada del cabello turquesa.

Una adaptación muy fiel al espíritu y la obra de Collodi

Por otro lado, Garrone, que firma el guion del filme junto con el actor Massimo Ceccherini (que interpreta al Zorro en la cinta), cuida hasta el más mínimo detalle la estética de la película, con un toque barroco que también capta el espíritu de la obra de Collodi, con un diseño de producción y una dirección artística sobrecargados y grotescos, obra de Dimitri Capuani y Francesco Sereni, que introduce al público en una fábula que no reniega de su naturaleza clásica, provocando que haya momentos que evoquen a las antiguas cintas de animación de Jan Svankmajer, como 'Alicia' (1988). Mención también para un cuidado maquillaje y peluquería, con Dalia Colli, Mark Coulier y Francesco Pegoretti a la cabeza.

Pinocho

Sin duda, no hubiera podido haber director más ideal para llevar, de nuevo, a Pinocho a la gran pantalla. Garrone demuestra polivalencia con este proyecto, que guarda más relación con sus anteriores trabajos de lo que podría pensarse, especialmente con la fábula que fue 'El cuento de los cuentos' (2015), aunque tiene momentos de thriller sucio, en la línea de 'Gomorra' (2008) o 'Dogman' (2018). Esto provoca que 'Pinocho' sea una propuesta familiar francamente diferente, puesto que no renuncia al toque siniestro y adulto que tenía la obra de Collodi, algo muy inusual en el cine reciente.

La versión de Garrone es la mejor adaptación de la obra de Collodi desde la celebérrima versión de Disney de 1940. Un largometraje que demuestra que es posible aún retratar esa mirada oscura de las fábulas clásicas para niños, sin edulcorantes ni actualizaciones.

Nota: 8

Lo mejor: La mirada inocente y pícara a la vez de Pinocho. Su estética y su apuesta por la narración episódica.

Lo peor: No es apta para aquellos que asocian cine familiar a producciones llenas de azúcar.