Ya lo dijo el novelista francés Remy de Gourmont: "La paz sólo se obtiene cuando es imposible imponerla". El cine colombiano, como el cine de los Balcanes, está claramente influenciado por los acontecimientos más contemporáneos de su historia. La guerrilla en Colombia, en proceso de paz actualmente entre el gobierno y las FARC, sigue dejando historias desgarradoras y figuras históricas y políticas complejas, como es el caso de Carlos Pizarro Leongómez, político y guerrillero que optó por el camino de la paz y la reconciliación y que fue asesinado en 1990. Su documental, 'Pizarro', acerca al espectador a su vida.
María José Pizarro nunca conoció a su padre. Cuando era muy pequeña, su progenitor, Carlos Pizarro, fue asesinado en 1990 cuando se preparaba para tomar un vuelo hacia Barranquilla, en plena campaña presidencial a la que él optaba. Su muerte, considerada un crimen por lesa humanidad, siguió sin esclarecerse y obligó a su familia a exiliarse. Pese que los años pasan, María José sigue sintiendo de cerca a los fantasmas del pasado. Por ello, este documental es el testimonio del legado que dejó un padre guerrillero y que buscó la paz en su país, a su hija.
Banderas de nuestros padres
Ganadora del Colón de Oro a la mejor en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, la ópera prima de Simón Hernández llama la atención por su apuesta de ahondar en la historia de aquellas figuras que estuvieron implicadas en el largo proceso de paz en Colombia. Imagen controvertida, Pizarro actualmente es considerado uno de los símbolos del cambio y la transformación hacia movimientos pacíficos en el país sudamericano.
Por ello, una película sobre su vida llama, desde un primer momento, la atención. No sólo por ser uno de aquellos personajes que sirvió de puente y ayudó al proceso, sino porque su pasado es polémico y hubiera podido dar para un documental en el que se pudiesen ver los claroscuros de una figura que es considerada un héroe por cierto sector de la sociedad colombiana.
Hijos de la guerrilla y el proceso de paz
Sin embargo, Hernández huye de esas reflexiones y se centra en el lado personal. Porque, al fin y al cabo, 'Pizarro' es un ejercicio de catarsis de una hija a la que le pesa el legado familiar. El relato de una mujer que busca conocer mejor la figura de su padre. Por eso, el documental sólo busca la declaración de los allegados de Pizarro, pasando de puntillas en temas espinosos como el robo de la Quinta de Bolívar en Bogotá o el asalto al Palacio de Justicia, que fue provocado por el narcotraficante Pablo Escobar. Todo esto no se omite pero tampoco se resalta, incidiendo sobre todo el tormento familiar que sufre María José, la hija del guerrillero.
De ahí, que 'Pizarro' deba verse como una película que es más la mirada de una mujer cuyos recuerdos de su padre ausente le pesan más que de un documento que ahonde en la compleja vida de Pizarro y lo que fue para la historia del país. Teniendo en cuenta eso, se está ante un acercamiento personal, en el que el público se dejará llevar gracias a la curiosidad que despierta a mostrar que el proceso de paz colombiano es mucho más complejo de lo que se puede llegar a pensar.
Nota: 6
Lo mejor: Provoca curiosidad en el espectador e invita a indagar tanto en el proceso de paz de Colombia como en la figura de Carlos Pizarro.
Lo peor: Apenas toca los hechos más importantes de la vida de Pizarro, centrándose demasiado en la parte personal.