Desde que Arnold Schwarzenegger se enfrentara a aquel 'Depredador' en 1987 han pasado ya muchos años. Y la saga ha ido cambiando en consecuencia, generalmente con resultados bastante más pobres. Aun así, la franquicia del cazador extraterrestre sigue viva y lista para volver a la pantalla con 'Predator: La presa'. Será la primera entrega que se estrenará directamente vía streaming sin pasar antes por los cines. La cinta aterrizará en Hulu en aquellos países que cuenten con dicho servicio, y en Disney+ en el resto del mundo, España incluida. Además, por primera vez será una precuela y no una secuela de la cinta original.
'Predator: La Presa' viaja hasta finales del s.XVIII, localizándose en las Grandes Llanuras de Norteamérica. Allí, una tribu de nativos comanches vive apaciblemente su día a día. Naru, una joven de la tribu, ansía demostrar su valor y astucia para convertirse en cazadora. Mientras trata sin fortuna de convencer al resto de cazadores, un Depredador llegará a las cercanías del lugar. El monstruo, sediento de sangre y ganas de cazar, sembrará el caos en bosques y praderas, con Naru intentando descubrir qué es exactamente el peligro que les acecha.
La consolidación de un debutante
La película está dirigida por Dan Trachtenberg, uno de los directores más prometedores de la actualidad. A sus 41 años, 'Predator: La Presa' se convierte en su segundo filme tras la aclamada 'Calle Cloverfield 10'. Y gracias a esta nueva entrega de 'Predator', amén de algunos trabajos en televisión en series tan reputadas como 'Black Mirror' o 'The Boys', Trachtenberg consolida su firma entre los grandes nombres del panorama actual de la acción, ciencia ficción y fantástico/terror.
Lo hace porque, pese a tratarse de una película para la pequeña pantalla, 'Predator: La Presa' es un trabajo muy bien hecho en la mayoría de sus facetas. Lejos de las parafernalias futuristas y excesivas que han acompañado a la mayoría de secuelas de la saga, la cinta simplifica todo lo que no había funcionado en estas décadas. Retrocede a una época en la que las armas eran arcos, flechas y, sobre todo, el cerebro. Con eso cuenta Naru y a eso se tiene que adaptar el Depredador para que sea una lucha justa, las que de verdad les gustan a estos seres.
El divertimento de la sangre
Esa simplificación en la trama permite que todo el filme vaya mucho más al grano de lo normal. A 'Predator' se viene a echar un buen rato y ver mucha sangre. Así que eso es lo que Trachtenberg nos da. El inicio es demasiado dilatado, presentando personajes y situaciones que realmente importan entre poco y nada y que se pierden en el olvido fácilmente. Pero en el momento en el que arranca, 'Predator: La Presa' va sin frenos. El festival de secuencias de acción es sensacional, todas ellas con la construcción de la tensión en su justa medida para que todo vaya en aumento según pasan los minutos.
Son además escenas de violencia muy explícita. La sangre y los desmembramientos no faltan en la película, que llegado su tramo intermedio ya se ha convertido en un espectáculo de cacería digno de la cinta del 87. Porque eso es lo mejor que tiene 'Predator: La Presa', que ha sabido recoger al fin aquello que funcionó tan bien y que después nunca habían conseguido replicar. Ese espíritu de lucha, de un duelo a muerte en el que el humano, más que de la pelea cuerpo a cuerpo, debe hacer uso de su inteligencia si quiere seguir con vida. No hacía falta más, pero hemos tenido que esperar muchos años para volver a verlo. Por fortuna Trachtenberg se gusta y regodea en ello para deleite del espectador.
Un puente a la inclusión
Esta cacería, además, cuenta con el aliciente de estar protagonizada por una cultura como la comanche. Al margen del atractivo visual que ofrece en pantalla una cultura tan apegada a la tierra, con sus ritos y tradiciones, el propio Trachtenberg la define como "los mejores cazadores de la Tierra en aquella época". Esto le aporta una pizca de épica extra muy agradecida al duelo con el Depredador. Y para asegurarse de dar una representación fidedigna de dicho pueblo y no la clásica caricatura ficticia a la que estamos acostumbrados, el equipo de 'Predator: La Presa' ha sido compuesto por numerosos miembros de tribus indígenas... Uno de los grandes nombres propios ha sido Jhane Myers, productora de la cinta y encargada de supervisar todo lo relacionado con la tribu de Naru, pues ella misma es tanto comanche como pies negros.
Algo similar ocurre con la actriz protagonista, Amber Midthunder. La joven pertenece a la tribu Sioux assiniboie de Fort Peck, por lo que aportó varias ideas para completar a Naru. Todas ellas con un magnífico resultado, pues 'Predator: La Presa' ofrece el desarrollo de personaje necesario, sin excederse ni quedarse demasiado corta. Hay un conflicto interesante y arquetípico, el de demostrar (y demostrarse) que ella también es capaz de cazar. Pero no es necesario que esto se sobreponga a la cacería con Depredador. Midthunder da con Naru una interpretación muy sólida, una extraordinaria heroína de acción inquebrantable que sostiene el peso de la trama mucho más que el extraterrestre, al que apenas vemos por su traje invisible.
En resumidas cuentas, 'Predator: La Presa' es la película que los fans de la saga llevaban años pidiendo. Un entretenimiento de acción y violencia extremas que en poco más de hora y media consigue cumplir todos los propósitos. Divertir, aterrorizar y gustar. Su personaje principal es lo suficientemente interesante como para que la trama no se descuelgue en ningún momento hasta que llega el prolongado y brutal clímax que todo el mundo espera. Es, sin lugar a dudas, la mejor entrega de la saga desde la original.
Nota: 8
Lo mejor: Naru como heroína de acción, la violencia explícita y el regreso al espíritu simple y funcional de la saga.
Lo peor: Hasta que empieza la acción, el inicio es algo lento.
'Predator: La Presa' se estrena en Disney+ el 5 de agosto.