Tras el traspié que supuso 'Les filles du soleil', la cineasta francesa Eva Husson da un volantazo con su tercer largometraje, con el que rueda en inglés y se pasa al cine de época con 'Primavera en Beechwood', adaptación cinematográfica de la novela 'El domingo de las madres' de Graham Swift. Presentada en el Festival de Cannes de 2021, se trata de un acercamiento innovador que hace énfasis en la mirada femenina, con un estilo que evoca al cine de James Ivory con cierto toque contemporáneo.
A pesar de tener una puesta en escena que puede recordar a 'Downton Abbey', lo que sorprende es la manera que el guion, escrito por Alice Birch, aprovecha un escenario tremendamente luminoso para narrar un relato sombrío, en el que su protagonista va tomando fuerza de forma tremendamente singular, alejada de grandes acontecimientos y marcada por una tragedia ajena pero directa en la que se evita caer en sentimentalismos, dotando al personaje principal de una fuerza interior que estaba presente antes incluso del comienzo de la cinta.
Así, Husson y Birch configuran un largometraje mucho más feminista de lo que aparenta, especialmente en su inicio. El filme huye del amor imposible y los clichés de una relación prohibida entre una doncella y un joven de clase alta cuyo compromiso matrimonial es más por apariencias que por deseo propio. El marco es las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, las cuales han devastado completamente a familias amigas, trastocando definitivamente sus destinos. Aunque cineasta y guionista podrían haber ido por ese lado, ambas lo rehúyen para narrar la vida de esa doncella, como si de una réplica moderna fuese de 'Diario de una camarera' de Octave Mirbeau, que tan bien supieron adaptar al cine directores como Jean Renoir y Luis Buñuel.
Mirada feminista al cine británico de época desde lo solemne y concreto
Y es esa perspectiva lo que eleva este contenido retrato de época, cuya fuerza interior sería imposible de observar sin la sublime interpretación de Odessa Young. Aunque la actriz australiana haya destacado en títulos como 'Nación salvaje', 'En mil pedazos', 'Shirley' o la miniserie 'The Stand', ha sido en 'Primavera en Beechwood' donde ha podido brillar con un filme en el que tiene, prácticamente, todo el peso dramático. No está sola en esta adaptación digna del cine de época, ya mentado, de Ivory con cierto toque sombrío de las novelas de Virginia Woolf.
Husson trae a auténticas primeras espadas del cine británico que derrochan clase y elegancia. Colin Firth y Olivia Colman deslumbran como ese matrimonio roto por la muerte de sus hijos en la Primera Guerra Mundial. Ambos muestras las dos caras del duelo. Mientras que Firth ofrece un intento conciliador, Colman saca su lado más compungido y desconcertante, rondando en su propia casa como si de un alma en pena se tratase y recordando por qué es una de las mejores actrices británicas de su generación. Mención también para Josh O'Connor, el cual pasa de hijo de Colman en 'The Crown' a vástago de su mejor amiga en esta cinta, dando ese retrato de juventud perdida por la guerra, como si su propia voluntad le fuese también arrebatada.
Husson firma su mejor largometraje hasta el momento, un retrato directo sobre el amor propio y cómo ese es el único que queda. Un homenaje a esas figuras femeninas que supieron sacar de su propio drama auténticas obras de arte, una forma artística y creativa de fuerza interior que no se suelen ver en este tipo de producciones. Una manera diferente de celebrar el Día de la Madre, haciendo referencia al título original de la obra.
Nota: 8
Lo mejor: La mirada poliédrica del personaje de Odessa Young.
Lo peor: Da la impresión de que se queda corta en su desarrollo.