El cine comercial no está exento de la grave crisis política que sufre Europa. Desde Bélgica llega 'Primer ministro', dirigida por el maestro del thriller en este país, Erik van Looy, y protagonizada por un habitual del género, Koen De Bouw. Sin duda, un nuevo giro de tuerca y de forma macabra al juego de la política.
Michel Devreese, el primer ministro de Bélgica, empieza la mañana como todas las jornadas. Esta vez, le toca preparar una reunión muy importante, su país tiene la presidencia rotativa de la UE, con la presidenta de los Estados Unidos, la primera potencia del mundo parece querer comprometerse, por fin, en la lucha contra el cambio climático. Cuando se dispone a ir al Parlamento Europeo, Devreese es secuestrado, como también su asistente y su familia. Las condiciones que ponen los secuestrados son claras, debe matar a la presidenta de los Estados Unidos. De lo contrario, su esposa y sus dos hijos serán asesinados.
Como thriller funciona, pero como cinta política no
Está claro que Van Looy ha aprovechado la actualidad política mundial para crear un cínico thriller sobre la corrupción del poder. Es más, resulta cuanto menos curioso que, la premisa final, sea asesinar a una mujer presidente que desea cordialidad y compromiso mundial. Cierto es que se nota que el filme está producido antes de la llegada de Donald Trump al poder, puesto que la fragilidad de la UE mostrada en la cinta difiere mucho de su situación actual, pese a que el populismo y la extrema derecha siguen acechando con demasiado peligro.
Obviando que la propia realidad ha empañado un filme que podría haber estado más en el candelero, 'Primer ministro' es un potente thriller capaz de mantener la tensión en cada momento gracias a giros radicales de guion, a cada uno más sorprendente, que provocarán en el espectador una gran intriga. En ese sentido, Van Looy firma un filme en la línea de anteriores trabajos suyos como 'Loft' o 'La memoria del asesino'. No obstante, la cinta es demasiado ambiciosa al mostrar las presiones del primer ministro belga, sobre todo por resultar completamente inverosímiles.
Koen De Bouw, el experto del thriller europeo
Cierto es que los entresijos políticos y la utilización del miedo como arma de manipulación de masas es interesante como concepto. Sin embargo, el filme se pasa de ambicioso en este sentido, la serie 'House of Cards' o la cinta de animación 'Zootrópolis' son mucho más efectivas en el tema, provocando desde el primer momento una clara incoherencia que, pese a mantener tensión en todo momento, provocará que lo que sea se perciba como algo surrealista e inverosímil.
Con lo cual, 'Primer ministro' como thriller funciona, además de tener a un siempre solvente Koen De Bouw, aunque en 'El veredicto' se lució mucho más. Lástima que la propia realidad estropee una trama que raya lo absurdo. Afortunadamente, la elegancia y la tensión mantenida en todo momento harán que el espectador, pese a que no sea crea lo que ocurre, disfrute. Al fin y al cabo, como película de intriga sí es efectivo.
Nota: 6
Lo mejor: El tono del thriller, que va en constante aumento.
Lo peor: Las presiones al presidente rayan lo absurdo.