El escritor francés Romain Gary escribió en su novela 'La vida ante sí': "No hay que llorar, hijo. Es natural que los viejos mueran. Tú tienes toda la vida por delante". El director Éric Barbier cambia de registro tras el thriller 'The Last Diamond' por una película biográfica de época, ya que 'Promesa al amanecer', candidata a cuatro premios César 2018, se basa en la novela autobiográfica 'La promesa del alba', escrita por Romain Gary, que narraba su infancia y juventud, así como también la influencia (imprescindible) que ejerció su madre sobre él. Protagonizada por Pierre Niney y Charlotte Gainsbourg, en uno de sus mejores trabajos interpretativos.
La madre de Romain Gary, Mina, siempre quiso que su hijo fuese alguien de renombre. Mina quería que su hijo fuese embajador de Francia en un país importante, que fuese una figura diplomática de prestigio y reconocimiento. Nacido en Vilna bajo el nombre de Romain Kacew, la capital de Lituania, en 1914, cuando el país pertenecía a Polonia, su destino parecía incierto. Hijo de una mujer judía reconvertida al catolicismo, nunca supo quién fue en realidad su padre. Su madre siempre quiso que tuviese buena educación, pagándole clases de buenos modales, baile y violín, ya que quería que su hijo siempre aspirase a lo mejor. Después de marcharse de Vilna y de vivir brevemente en Varsovia, Romain y su madre acaban viviendo en la costa francesa, en Niza, donde Mina regentará a solas un hotel mientras que Romain crece con su madre como principal referente. Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, Romain, con 25 años, se alista en el ejército para combatir el nazismo. Su madre siempre fue su inspiración y fuerza de voluntad, de ahí que sus memorias, sus recuerdos, estén dedicados completamente a ella.
El homenaje de Romain Gary a su madre
Romain Gary es una de las figuras literarias más importantes del siglo XX. Único ganador del Premio Goncourt dos veces, una de ellas bajo el pseudónimo de Émile Ajar. Éric Barbier, que firma el guion junto con Marie Eynard, crea un notable filme de época, en el que el diseño de producción es impresionante, mención a Pierre Renson, director del diseño de producción, y a Renátó Cseh, director de arte. Realmente, la película logra situar al espectador, primero, a la triste Vilna de 1914, para después ir mostrando los años 30 en Niza y, después, la Segunda Guerra Mundial, a caballo entre Francia, África y el Reino Unido.
Con una puesta en escena magnífica, Barbier logra que su mensaje quede muy claro: Se trata del homenaje que hizo Romain Gary a su madre. El filme transmite en cada escena ese amor de madre, ese legado que le dejó Mina al joven Romain, de tener valentía, fuerza interior y empeño. Criado solo por su madre, el filme logra traer la esencia de la novela, que es un canto de amor a Mina, un sentido homenaje de un hijo a su madre.
Ese amor y cariño es también transmitido por unos actores magníficos: Pierre Niney y Charlotte Gainsbourg. El actor de 'Frantz' lleva una temporada entregado a papeles de época, entre galanes, héroes, hombres atormentados y jóvenes trágicos. Niney demuestra que es la gran promesa francesa, con un joven que logra canalizar el amor materno en fuerzas para vivir y seguir adelante. Un muchacho que luchó por sus ideales, siendo aviador para el ejército francés de la Resistencia y siguió al General de Gaulle. En su vocación literaria, en sus ansias de luchar por la libertad, en su futuro trabajo en la diplomacia, Romain tiene presente a su madre y eso lo transmite Pierre Niney en una interpretación entregada, otra demostración de su poder actoral.
Charlotte Gainsbourg, la madre más entregada
Aunque la que deslumbra es Charlotte Gainsbourg, la actriz muestra un perfil de personaje opuesto al que se le vio en sus trabajos más celebrados, los que tuvo al lado del danés Lars von Trier. Gainsbourg muestra una mujer luchadora, una auténtica leona, que protegió y cuidó a su hijo hasta la extenuación, una mujer que sacó adelante ella sola a su hijo y también a su negocio, puesto que regentó sola un hotel con vistas a la playa en Niza y que siempre rechazó la ayuda de un posible nuevo marido. Gainsbourg es toda esa fuerza que le inspira a Niney, ella hace que ese homenaje del hijo a la madre cobre sentido desde el momento en que aparece la actriz con un pequeño Romain en la gélida Vilna.
Con ello, 'Promesa al amanecer' se convierte un verdadero homenaje a la madre, como inspiración y por el legado que le dejó a Romain Gary. Cierto es que la película, acertadamente, se ciñe a la novela, dejando una breve mirada al presente del autor después de la Segunda Guerra Mundial, todo un acierto, ya que el tributo al pasado cumple de esa forma con su cometido, provocando que se esté ante llena de sentimiento y con actores en pleno estado de gracia. Sin duda, una adaptación muy digna de la novela autobiográfica del autor de 'Las raíces del cielo' o 'Los pájaros van a morir al Perú'.
Nota: 8
Lo mejor: Pierre Niney pero, sobre todo, Charlotte Gainsbourg. Uno de los mejores papeles de su carrera.
Lo peor: Su último acto es demasiado largo.