Después de realizar su aplaudida Trilogía de Yusuf, en la que narraba los cambios sociales, culturales y económicas de su Anatolia natal, el turco Semih Kaplanoglu regresa a la gran pantalla con una nueva saga temática. Tras abordar la maternidad en 'La promesa de Asli', ahora opta por poner el foco en la supervivencia de la agricultura en 'La promesa de Hasan', mostrada en la sección Una Cierta Mirada del 74 Festival de Cannes y representante de Turquía en la categoría de mejor film internacional en los 94 Premios Oscar.
Segunda entrega de la Trilogía del Compromiso, que finalizará con 'La promesa de Fikret', 'La promesa de Hasan' comienza con la amenaza de la destrucción de los campos de manzanos y tomateros del protagonista que da título al film, encarnado por Umut Karadag -conocido en Turquía por series como 'Hakal'-. Se trata de una tragedia para un hombre que ve cómo las tierras de su padre, que a su vez fueron de su abuelo, corren peligro de perderse para colocar una nueva antena que permita una mayor conexión elétrica a la zona.
Kaplanoglu, quien también firma el guion, podría haber realizado un largometraje al más puro estilo Carla Simón y su 'Alcarràs', retratando con cierta melancolía un tipo de vida y trabajo que las nuevas tecnologías buscan enterrar (a pesar de que la Humanidad no podría vivir sin agricultura y que esta es fundamental para el desarrollo, algo que se ha visto de manera más evidente tras el estallido de la pandemia de COVID-19 y la posterior guerra de Rusia en Ucrania). Sin embargo, el cineasta no va por lo previsible, sino que opta por desnudar la conciencia de su protagonista, un hombre aparentemente virtuoso y generoso y que ofrece la imagen que se espera del honrado agricultor.
Sin embargo, el cineasta utiliza la premisa de un viaje de peregrinación a la Meca para exponen los 'pecados' del protagonista, de cómo untó a un juez para beneficiarle a él en el reparto de las tierras heredadas de su padre y cómo esto provocó una enemistad de más de dos decenios con su hermano; de cómo explotó a su antiguo capataz, al que le acusó de robar, cuando fue él quien le advirtió que los pesticidas que estaba utilizando para la cosecha eran perjudiciales, o de cómo aprovechará la desgracia de un agricultor vecino para comprarle sus tierras a un precio por debajo del mercado.
Una mirada cruda y real sobre el mundo rural en la Turquía actual
A pesar de actuar de una manera poco moral, Kaplanoglu no perfila al protagonista como un villano o un mal hombre, sino que expone su instinto de supervivencia, ese con el que es capaz de volver a comprar a un juez corrupto para trasladar la antena a una tierra aledaña. Su esposa, interpretada por Filiz Bozok, no se queda atrás en cuanto arrogancia y ciertas tendencias explotadoras. Lo interesante es que el director no los perfila como un matrimonio al más puro estilo Macbeth, pero sí muestra cómo sus culpas y sus malas prácticas han provocado que, a pesar de comprender el uno al otro, hayan mermado la confianza mutua.
En el fondo, 'La promesa de Hasan' es un retrato del lado más incómodo de la supervivencia en el entorno rural, aquel que es visto como la Arcadia ideal por los urbanita. Muy simbólicas son las escenas referentes a las ensoñaciones de Hasan o cómo en una secuencia su propio cultivo se rebela contra su dueño (es el momento más gráfico del filme). A ello se suma un cuidado estético y una narrativa contemplativa que recuerda que Kaplanoglu es contemporáneo de uno de los cineastas turcos más alabados del cine actual, Nuri Bilge Ceylan. Esto se nota por el estilo de fotografía de Özgür Eken, habitual colaborador de Kaplanoglu, cuya imagen melancólica y evocadora contraste muy bien con las acciones de su protagonista, creando una fábula naturalista con una belleza visual increíble, en la línea de 'Sueño de invierno' o 'El peral salvaje', del mentado Ceylan.
'La promesa de Hasan' es un espléndido drama sobre la realidad actual del mundo rural, retrato crudo cuya belleza radica en un apartado estético y un estilo narrativo pensado para el espectador más sibarita. Kaplanoglu vuelve a triunfar con una saga temática, tras lo logrado con 'Huevo', 'Leche' y, especialmente, 'Miel', flamante Oso de Oro en Berlín. Queda por ver si la esperada 'La promesa de Fikret' estará a la altura.
Nota: 8
Lo mejor: Su apartado estético es exquisito, su fotografía transmite esa mezcla de melancolía, sentimiento de culpa y nostalgia.
Lo peor: Su narrativa es algo lenta, solo apta para espectadores que admiren las secuencias contemplativas.