Después de 'Chicas nuevas 24 horas', la documentalista, directora y actriz Mabel Lozano continúa con otro largometraje en el que denuncia la situación de las mujeres víctimas de la explotación sexual y la trata de seres humanos. Sin embargo, Lozano da un interesante cambio de enfoque en su nuevo trabajo, ya que 'El proxeneta. Paso corto, mala leche' muestra el otro lado, la perspectiva del verdugo, del embaucador, del explotador.
Miguel, apodado "El Músico", fue proxeneta y fue condenado a 27 años de prisión por prostitución coactiva, captación, explotación y trata de seres humanos, aunque solo cumplió tres dentro de la cárcel, cuando llegó a traficar con más de 1.700 mujeres de todo el mundo. Ahora, "El Músico" se pone delante de la cámara para narrar su testimonio, el del explotador de mujeres, en el que muestra cómo se mueve la mafia de la prostitución. Su testimonio narra desde sus inicios hasta su captura, dejando en evidencia un sistema que mantiene oculto varios delitos de explotación sexual y trata de mujeres, como también de corrupción, secuestros y asesinatos. Mostrando hechos con sentencias judiciales, Mabel Lozano muestra el otro lado de la explotación de mujeres: el del victimario.
Filme de fuerte compromiso social
Sin duda, un proyecto que ha ido desarrollándose de forma más que interesante. Primero, Lozano publicó a finales de 2017 el libro 'El proxeneta', que ya cuenta con el perturbador testimonio de Miguel "el Músico". La documentalista da un paso más y más que crear una adaptación, lo que hace es llevar las confesiones del exproxeneta a una película. No es la primera vez que Lozano narra uno de los negocios más crueles y lucrativos que existen en el mundo, ya se ha comentado antes que su anterior largometraje, 'Chicas nuevas 24 horas', ya lo abordaba. Sin embargo, es precisamente el cambio de perspectiva lo que llama la atención.
Pocas veces se ha logrado conocer el testimonio de la otra cara, la del proxeneta, el verdugo, el explotador. Lozano divide la confesión en tres partes, siendo una evolución del propio entrevistado, al iniciarse primero en las sombras, cual depredador, para, finalmente, salir a la luz y declarar a cara descubierta sus delitos. Lozano, que también escribe el guion, crea un documental espeluznante, con una estructura más semejante al thriller que al del cine social, lo que provoca más horror, al saber que lo que se narra son casos reales y no ficción.
Mabel Lozano, una de los mejores documentalistas españoles en la actualidad
Sin duda, 'El proxeneta. Paso corto, mala leche' es un trabajo, cinematográficamente hablando, más ambicioso que el de 'Chicas nuevas 24 horas'. Mabel Lozano, cineasta comprometida con los derechos humanos y que en su cine ha denunciado la situación social desigual de la mujer constantemente, firma uno de sus mejores largometrajes. Su mensaje de denuncia es claro, directo, como el de un golpe certero. Efectivamente, hay mensaje político, al dejar en evidencia al sistema, tanto el ejecutivo como el judicial, pero también a la propia sociedad, que mira hacia otro lado cuando va por la carretera y pasa cerca de un club de alterne.
Con un testimonio que hiela la sangre, al narrar hechos horrorosos de forma espontánea y aséptica, 'El proxeneta. Paso corto, mala leche' no solo es un ejercicio de compromiso social, es buen cine documental y que, tristemente, debe verse para conocer cómo funciona ese círculo vicioso, en el que Lozano pone de manifiesto que no solo hay redes de prostitución y trata de mujeres de otros países, puesto que este negocio, que mundialmente mueve más de 32 mil millones de dólares, cinco de ellos solo en España, forma también parte de la otra cara de la corrupción, ya que las confesiones no son de mafias extranjeras, sino españolas. Mabel Lozano, nominada dos veces al Goya, muestra que ella es una de los documentalistas más importantes que tiene actualmente el cine español, dirigiendo un filme de visionado doloroso pero obligatorio. Espeluznante pero necesaria.
Nota: 8
Lo mejor: El testimonio de "El Músico", sin su declaración, el documental no hubiera tenido sentido.
Lo peor: Pensar que lo que se narra en el filme son hechos reales.
