Tras el ligero traspié que supuso 'Los ojos de Tammy Faye', aunque se hizo con dos Premios Oscar y la Concha de Plata a la mejor actriz, Michael Showalter regresa con otro relato basado en hechos reales. En esta ocasión, el cineasta opta por un relato más breve en el tiempo: el de la historia de amor del periodista Michael Ausiello y el fotógrafo Kit Cowan. Lo hace con 'Quédate a mi lado', que adapta las memorias del creador de la web TVLine, 'Spoiler Alert: The Hero Dies' y que no debe confundirse con la también estupenda cinta dirigida por Chris Columbus en 1998 y que protagonizaron Susan Sarandon, Julia Roberts y Ed Harris.
En sus memorias, Ausiello narraba su historia de amor durante 14 años con su marido, quien falleció en febrero de 2015, víctima de un cáncer neuroendocrino. El libro destacó entre la crítica literaria estadounidense, sobre todo por su tono de humor irónico y cómo abordaba de forma honesta la realidad que existe tras el cuidado de una pareja que padece una enfermedad terminal. Lograba así conmover de forma natural, sin artificios. Sin duda, ese aspecto era el más difícil de trasladar a la gran pantalla.
El resultado es que se está ante una producción que logra ser honesta y sabe rendir tributo a esta historia de amor. Showalter lo consigue por su propia experiencia en deconstruir la comedia romántica, tal y como demostró con la notable 'La gran enfermedad del amor'; así como también combinar lo irónico con lo dramático, como bien demostró en 'Hello, My Name Is Doris'. De ahí que el realizador, quien dirige un guion de David Marshall Grant y Dan Savage, utilice los cánones típicos de la comedia romántica para su principio.
En esas escenas, chico conoce chico y chico se enamora de chico. Sí, puede resultar empalagoso, pero Showalter acierta en crear esa atmósfera en su primera parte. Eso le otorga a 'Quédate a mi lado' ese toque romántico y clásico que otras cintas recientes en clave LGBT no supieron explotar, como 'Bros'. Pero no hay que olvidar que se trata de un relato dramático con trágico final. Es curioso cómo, poco a poco, la cinta va tornándose más oscura, siendo siempre de forma muy espontánea.
Un film que logra ofrecer luz y esperanza en medio de la tragedia
Lo hace antes de que el cáncer irrumpa en las vidas de los protagonistas. La pareja, 12 años después, vive una fuerte crisis conyugal, llegando a ir a terapia y con el especialista recomendándoles vivir separados y que se den un tiempo. Esa fractura se produce antes del diagnóstico fatal y permite explorar las relaciones conyugales a largo plazo de una pareja homosexual también de forma honesta, destacando los defectos de cada uno, reflejando cómo la 'mochila emocional' del pasado puede provocar una crisis marital. A ello se suma el prejuicio que existe alrededor de las parejas abiertas o cerradas, mostrándose que, ante todo, lo que debe primar una pareja es la comunicación.
Ese cambio al drama, que termina abrazando completamente el género en su parte final, es llevado con suma elegancia y respeto, dando tiempo a los protagonistas de reencontrarse emocionalmente. Si el guion pecaba de empalagoso al inicio, su trama central y su desenlace resultan de lo más sobrios, sabiendo no cargar las tintas y buscando el momento cómplice con el público de forma honesta, no manipulándole. El resultado, pues, es una correcta adaptación de las memorias de Ausiello, quien rindió tributo al amor que marcó buena parte de su vida.
Y es ahí donde brilla la película. En aceptar y abrazar las lágrimas, la tristeza y en dar gracias por el tiempo vivido. Pocas veces se suelen abordar esa realidad sin pecar de manierismos, 'Quédate a mi lado' lo consigue. Y lo logra, en parte, por su brillante reparto. Jim Parsons tiene una habilidad innata para personajes con un trauma escondido en el pasado y que guardan una amargura que sale en situaciones clave. A su lado, Ben Aldridge, quien también defiende un papel complicado, el de un hombre que tenía toda la vida por delante y al que el cáncer, injustamente, se llevó. Ambos tienen química, siendo opuestos y complementarios a la vez. Mención especial para Sally Field, que ilumina la pantalla siempre que aparece.
'Quédate a mi lado' rompe el esquema de las tragedias protagonizadas por personajes homosexuales. Todo lo opuesto, dentro del drama, ofrece luminosidad, el abrazar el duelo y mirar hacia delante, dando gracias por el presente, haciéndolo de manera muy honesta. Un film notable, con el que Michael Showalter se redime y consigue saber rendir tributo a ese amor profundo.