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CRÍTICA

'Quien me quiera que me siga': Triángulo amoroso a los 60

Crítica de 'Quien me quiera que me siga', dirigida y coescrita por José Alcala. Triángulo amoroso protagonizado por Daniel Auteuil, Catherine Frot y Bernard Le Coq.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 26 de Julio 2019 | 15:00
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Con muy buen atino, el cine francés ha sabido exportar sus comedias feel-good, al ofrecer propuestas agradables de ver, con unos protagonistas cercanos y alejados de la visión típica de Hollywood. Un exponente es 'Quien me quiera que me siga', un particular triángulo amoroso protagonizado por actores maduros y de reconocido talento: Daniel Auteuil, Catherine Frot y Bernard Le Coq.

Quien me quiera que me siga

Gilbert y Simone llevan muchos años casados, quizás demasiados. En este tiempo, ella ha podido sobrevivir al matrimonio porque tiene una aventura con su vecino, Étienne. Pero el tiempo pasa y Étienne se muda a una urbanización para gente de la tercera edad. Esto provoca que la situación en casa de Gilbert y Simone vaya a peor, hasta tal punto que Simone decide huir del hogar familiar e irse en busca de su amante. Esto hará que Gilbert se dé cuenta de lo mucho que quiere y necesita a su esposa.

Un enredo amoroso maduro

José Alcala da un giro en su filmografía, tras dos dramas, 'Alex' y 'Coup d'éclat', ambos inéditos en España, el director trae una comedia sobre tres protagonistas que, en plena madurez, viven un loco triángulo amoroso más propio de la adolescencia. Inicialmente, la premisa de 'Quien me quiera que me siga' es atractiva, una mujer decide buscarse a sí misma, ser libre y dejar a su marido y, posteriormente, a su amante.

Quien me quiera que me siga

Lo que hubiera podido ser un canto feminista sobre el espíritu independiente de una mujer madura, pocas veces se ven a féminas de 60 años con ese energía y pasión en la gran pantalla, acaba convirtiéndose en una típica comedia de correveidile. No está claro su mensaje o sus intenciones, Alcala, que firma el guion también en colaboración con Agnès Caffin, intenta jugar en varias pistas a la vez, en un claro intento de ofrecer una propuesta feel-good más profunda y compleja de lo que aparenta inicialmente.

El resultado no es satisfactorio, puesto que 'Quien me quiera que me siga' no tiene ni la suficiente comedia para que sus momentos más ligeros atraigan, como tampoco calibra de forma correcta el drama, trayendo varias subtramas que, al final, no aportan nada a esa relación a tres. Por otro lado, las ansias de independencia de Simone no están bien retratadas, provocando que el papel sea muy incoherente con sus deseos. Catherine Frot está correcta pese a transmitir la sensación de que su personaje no sabe qué quiere. Se queda muy lejos de otras fabulosas interpretaciones suyas como 'Madame Marguerite', 'Dos mujeres' o 'La cocinera del presidente'.

Una comedia feel-good canónica

Después está el retrato de ellos. Alcala no aprovecha el talento de dos veteranos del cine francés: Daniel Auteuil y Bernard Le Coq. El actor de 'Caché (Escondido)' o 'Conversaciones con mi jardinero' tiene un papel que hubiera podido ser también el despertar de un gruñón que acaba resarciéndose de sus errores y evolucionar como hombre, aprendiendo a vivir solo, pero no, el director está demasiado preocupado en mantener vivo un triángulo amoroso que acaba careciendo de sentido, prueba de ello es que en la última parte de la cinta, el personaje de Le Coq es completamente prescindible.

Quien me quiera que me siga

Se queda lejos de títulos como '50 primaveras', 'Luces de París' o incluso a 'La última locura de Claire Darling'. Eso sí, da gusto que se apueste por protagonistas de 60 años, con vitalidad y chispa, que demuestran una realidad que existe. Quizás por eso, se echa de menos una apuesta más sólida.

Nota: 5

Lo mejor: Catherine Frot y Daniel Auteuil.

Lo peor: Intenta narrar demasiadas cosas para ser una propuesta tan simple.