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CRÍTICA

'Regreso a casa': La herida del olvido

El maestro Zhang Yimou vuelve con 'Regreso a casa (Coming Home)', una de sus mejores películas. Protagonizada por la gran Gong Li.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 5 de Agosto 2016 | 16:49
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa escribió: "Si te vas, quiero verte partir, saber que te has ido, sin adioses el amar y el morir, nunca son olvido". Antes de embarcarse en el mastodóntico proyecto que será 'La gran muralla', Zhang Yimou ha aprovechado el tiempo con dos proyectos muy interesantes, especialmente a nivel artístico. Uno ha sido 'Lady of the Dinasty', inédita en España, y otro es 'Regreso a casa', que se pudo ver en fuera de concurso en la Selección Oficial de la 67ª edición del Festival de Cannes y que llega ahora a salas comerciales.

Regreso a casa

Feng Wanya es profesora y lleva esperando el regreso de su esposo, Lu Yanshi, de maestro de profesión y que está cautivo como preso político. Un día, las autoriedades les comunican a Feng y a su hija Dandan que Lu ha huido de la prisión y el gobierno les prohíbe verse. Pese a ello, Feng decide ir a la estación de tren para reencontrarse con su marido, al que no veía desde hacía una década. Sin embargo, el hombre es capturado. Años más tarde, tras el fin de la Revolución Cultural, Lu regresa a su casa. Sin embargo, Feng ya no le reconoce, padece un tipo de amnesia que hace que no pueda reconocer a su marido. Con lo cual, la mujer sigue esperando que su marido vuelva a su hogar.

La memoria secuestrada

Si Jia Zhang Ke es el cronista de la China actual y de la que viene, 'Más allá de las montañas' es su mejor exponente, Zhang Yimou es un maestro de narrar la historia de China, de cómo el peso de las tradiciones se ha mantenido intacto pese al paso del tiempo. Lo enseñó en su oficiosa trilogía 'Hero', 'La casa de las dagas voladoras' y 'La maldición de la flor dorada', durante la China feudal. También lo ha sabido exponer en filmes como 'El camino a casa' y 'Amor bajo el espino blanco', este 'Regreso a casa' estaría en las últimas obras nombradas.

Regreso a casa

La Revolución Cultural que Mao Tse-Tung impuso en todo el país trajo una época de dura represión que el cineasta muestra entre la memoria colectiva y el recuerdo individual cautivos, todo configurado en su primera musa: Gong Li, con la que realizó sus filmes más reconocidos y atrevidos como 'Sorgo rojo', 'La linterna roja' o '¡Vivir!'. En este caso, su marido, preso político del cual sus ideas no llegan a estar expuesta, demostración de cómo el régimen condena sin argumentos de peso, al regresar tras finalizar la Revolución Cultural, es testigo de cómo no sólo la sociedad ha cambiado, sino también la memoria de su propia familia.

Gong Li se entrega en cuerpo y alma

En este sentido, Zhang Yimou logra crear una excelente metáfora entre la obligada desmemoria de una sociedad que vivió un profundo trauma al verles arrebatados sus recuerdos, sus vidas y la profunda herida que deja con el paso de los años, un dolor que va tornándose crónico, hasta el punto de olvidar el origen del daño. Un mensaje fuerte y poderoso que el cineasta logra plasmar en su personaje central: Feng.

Regreso a casa

La reconocida Gong Li en sus miradas, sus silencios, sus expresiones, en todo plasma una profunda melancolía y la resignación de una mujer que ha visto cómo toda su vida quedaba secuestrada por los ideales del gobierno comunista. Gong Li se entrega en cuerpo y alma a esta mujer que sigue esperando la llegada de su marido, una mujer con un dolor tan profundo, que ya no reconoce su propia tragedia, que al mirarse al espejo ve perdida su juventud, su propia vida, pero que sigue esperando. Una desgarradora metáfora sobre cómo la sociedad ha olvidado su legado, de cómo esas heridas siguen latentes pese haber olvidado el origen de sus traumas. A su lado, un sentido Chen Daoming, que se resigna a relatarle a su amor lo que fueron y lo que ya no son.

Con el virtuoso pianista Lang Lang dándole elegancia a este delicada obra, Zhang Yimou teje un relato sobre la tragedia de las guerras, de la represión, del ultraje de la memoria colectiva y la ofensa al recuerdo del individuo. Todo narrado con el intimismo propio del melodrama pero con un mensaje tan profundo que deja una huella que el olvido será incapaz de borrar.

Nota: 8

Lo mejor: Gong Li y cómo se convierte en la memoria colectiva e individual de todo un país.

Lo peor: Los más críticos verán que ciertos temas ya los ha tocado el director en su filmografía anteriormente.

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