Aunque ahora se diga con la boca pequeña, 'Reminiscencia' era uno de los proyectos más esperados de este 2021. El salto al cine de Lisa Joy, cocreadora de 'Westworld', llamaba mucho la atención. Tanto en la rueda de prensa en la que se presentó el tráiler como el avance de por sí hicieron que se pusiesen los ojos en ella. Una mirada femenina en el cine de ciencia ficción contemporáneo, algo que se echaba en falta en las grandes producciones de Hollywood, con una premisa que prometía convertirse en una adaptación futurista del mito de 'Orfeo y Eurídice'.
Y, ciertamente, Joy tenía todos los ingredientes para crear una digna propuesta, sucesora de éxitos recientes como 'Blade Runner 2049' o 'Tenet'. Sin embargo, las buenas vibraciones de su tráiler se quedaron en esas primeras imágenes, puesto que se está ante un desaprovechado debut para la gran pantalla, el cual es demasiado deudor de sus principales referentes de género y que no tiene muy claro qué tipo de filme quiere ser, al no explotar lo suficiente su vena de ciencia ficción, como tampoco el suspense o el drama romántico, quedándose en tierra de nadie.
¿Cómo puede quedarse en ese limbo? Joy, quien también firma el guion, parte de un elemento que llama la atención: la nostalgia como la droga del siglo XXI. Para crear sensación de cercanía y realidad, la cineasta opta por narrar una trama distópica en un futuro no muy lejano, en el que se ven las consecuencias más devastadoras del cambio climático y un conflicto bélico internacional que apenas se explica (y que final tampoco es que sirva de gran cosa para la trama). En medio de un presente horrible, la sociedad se refugia en los recuerdos, "perlas perfectas del pasado" (cuando, precisamente, los recuerdos magnifican una realidad no tan bella).
Largometraje impostado que es demasiado deudor de sus propias referencias
El convertir la nostalgia, la saudade, en el Soma de Huxley hecho cine, llama la atención, acercando al filme a títulos tan distintos como 'Ghost in the Shell', 'Paprika, detective de sueños' o 'El congreso'. Sin embargo, Joy utiliza esta premisa como mera herramienta para una historia que va a caballo entre el cine noir (con referencias a 'El halcón maltés', 'Gilda' o 'El cartero siempre llama dos veces') y el drama romántico de corte futurista como '¡Olvídate de mí!' y, realmente, todo ello podría funcionar, pero Joy no tiene claro cómo entremezclar todos estos géneros y referencias. Es más, su principal problema es que la historia de amor de Hugh Jackman y Rebecca Ferguson resulta tremendamente artificiosa.
Y con el pilar principal de la trama fallando, el resto de la película se cae. Es más, todo gira alrededor de esa historia de amor, incluida su intriga criminal. Precisamente que todo dependa de esa pasión provoca que cualquier elemento secundario se convierta en una simple bagatela. Tampoco ayudan varios diálogos, pomposos e impostados, como si emulase la manera de dirigir de Isabel Coixet para una película de ciencia ficción, logrando que 'Ayer no termina nunca' sea considerada mejor ejemplo de propuesta futurista cercana que 'Reminiscencia'.
Cierto es que su estética tremendamente cuidada es una de sus principales virtudes. Pero, una vez más, de nada sirven si su trama no atrapa. 'Reminiscencia' no escapa de esa sensación de estar viendo un batiburrillo de ideas que beben de clásicos como 'Blade Runner', 'Gattaca' y 'Memento' o de filmes más contemporáneos como 'Origen'. Una sensación tremenda de oportunidad fallida, especialmente por ser Joy cocreadora y guionista de 'Westworld', además de familiar político de Christopher Nolan. Un debut que prometía y que ha terminado en un 'necesita mejorar'.
Nota: 4
Lo mejor: Su estética es hipnótica. La interpretación de Thandiwe Newton, su papel daba para más.
Lo peor: Su mensaje de mirar hacia el futuro no es creíble, su historia de amor tampoco, sus diálogos impostados y la sensación de que acaba siendo prisionera de sus propios clichés.