El cine de arte y ensayo español, aunque aún minoritario, va encontrando su sitio en la distribución cinematográfica nacional. De ahí que títulos con cierta mirada experimental puedan llegar a salas españolas, como es el caso de 'Rendir los machos', ópera prima del canario David Pantaleón, quien obtuvo el premio a la mejor dirección por parte de Acción Cultural Española, en la 18ª edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde compitió en la sección Las Nuevas Olas (Ficción).
La premisa de 'Rendir los machos' es la reconciliación de dos hermanos que llevan sin hablarse desde hace muchos años. Los dos deben cumplir la última voluntad de su padre, quien tras fallecer dictó que sus dos vástagos varones debían ir al extremo de la isla para dejarle a un granjero rival seis machos cabríos como muestra de tributo. El filme retrata el viaje por los paisajes naturales de Fuerteventura y que muestra la dificultad de los dos hermanos de verbalizar sus propias emociones.
A 'Rendir los machos', que narra un tipo de rito de catarsis personal que está creada exclusivamente para la ficción, se le pueden atribuir varias cosas. Para empezar, es un retrato que se toma la suficiente distancia para plasmar la incapacidad de los varones de expresar sus sentimientos, emociones o sentidos. Se puede interpretar como un ejercicio de crítica, que muestra cómo al hombre no se le educa para exteriorizar sus pensamientos, lo que provoca que la soberbia y la altanería terminen tomando posiciones y dos hermanos dejen de hablarse para siempre.
Una fábula sobre las tradiciones y los incómodos silencios del hombre
Pero Pantaleón, quien firma el guion de su ópera prima junto con Amos Milbor, rueda la mayor parte de su largometraje con planos generales y grandes planos generales, lo que provoca que lo que hubiera podido ser una respuesta española a 'Rams: El valle de los carneros' se torne en una propuesta experimental, cuya mirada es distante, en la línea de 'El huevo del dinosaurio' de Wang Quan'an. Curiosamente, a pesar de rodarse en parajes naturales, el uso continuo de planos hechos con drones provoca cierta artificiosidad en el relato, que recuerda que se trata de ficción y remarca las acciones de sus personajes, que en ciertos momentos parecen sacados de una película de Oliver Laxe o Hong Sang-soo (versión rural).
Pantaleón, quien como actor ha destacado en dos producciones de autor en los que parte estética y técnica se convierte en fundamental, 'Eles transportan a morte' y 'Blanco en blanco', destaca con un debut como director en el que se muestran unas ambiciones estéticas concretas, que permiten ver su propuesta con la suficiente distancia como para ver que, ante todo, ha realizado una fábula sobre las tradiciones y raíces familiares y hasta qué punto son propias. Un debut correcto al que, quizás, le hubiera venido bien con contraste con planos detalle, que hubiesen ayudado a entrar mejor en la trama.
Nota: 6
Lo mejor: Su ambición técnica y su mirada hacia lo natural desde una perspectiva cinematográfica.
Lo peor: Pantaleón se pasa de contemplativo, hasta el punto de que lastra el resultado final.