No hay nada que atraiga más que las historias de superación personal, que se lo digan a las producciones de Hollywood. Que se lo digan a Brendan Fraser o Ke Huy Quan y sus respectivas campañas para ganar el Oscar en la edición de este año. El cine francés ha sabido reutilizar las convenciones de este tipo de historias para realizar películas de corte feel-good, de esas que logran el equilibrio entre lo comercial y lo autoral. Unas veces realizadas desde la comedia, como la estupenda 'Las invisibles' o 'Tenor', y otras desde lo dramático, como 'Alta costura' o 'La clase de piano'.
Más en esta segunda línea se mueve 'Repostero y chef', basada en hechos reales al tener de base las memorias del reconocido repostero y restaurador Yazid Ichemrahen. Un relato que tiene a un debutante tras las cámaras, dado que se trata de la ópera prima de Sébastien Tulard. Para ser una apuesta más arriesgada inclusive, la cinta apuesta por tener de protagonista a Riadh Belaïche, influencer muy popular en Francia y más conocido por el mundo virtual como Just Riadh.
Lo que hubiera podido ser un ejercicio como el de 'Tenor', en el que el cantante MB14 demostró tener magníficas cualidades tanto para el bel canto como para la interpretación, se convierte en una especie de versión a medio gas. Sí, puede decirse que Belaïche tiene cualidades interpretativas, pues sabe transmitir la frustración y la furia que siente su personaje en lo relacionado con el vínculo que tuvo el propio repostero con su madre.
Historia de superación con tintes hollywoodienses
Sin embargo, a pesar de que el influencer sí que demuestra tener talento para, además, cargar sobre sus hombros un personaje protagónico, la historia se queda a medias en lo referente a su mensaje de superación. Y lo es porque el guion que escribe el propio Tulard junto con Cédric Ido, no sabe si hacer más hincapié en el aspecto social de la cinta o de si tirar por un relato más épico. También produce la impresión de que quiere ser demasiado fiel a la vida de Ichemrahen, lo que implica que el relato esté encorsetado en unos cánones muy marcados.
Eso no quita que sea una propuesta digna. 'Repostero y chef' logra mostrar el conflicto interior que tiene su protagonista, un joven que sabe que es carne de delincuencia y que encuentra en los estrictos códigos de la cocina (casi militares) una manera de canalizar su vocación, dado que es un mundo en el que se exige disciplina, algo que conscientemente busca para controlar sus propios impulsos rebeldes. Algo que sabe transmitir Belaïche.
Quizás en manos de Louis-Julien Petit, quien realizó una magnífica obra de denuncia social y toque feel-good justo con la propuesta culinaria 'La brigada de la cocina', la historia de Yazid Ichemrahen hubiera tenido una película mucho más ambiciosa en varios términos. Aun así, se está ante una propuesta loable que logra ir más allá de los arquetipos de superación hollywoodienses, al verse ese trasfondo de círculo vicioso que existe en los márgenes de la sociedad.
Lo mejor: Las secuencias de la elaboración de los postres.
Lo peor: Hay ciertos momentos centrales que se antojan repetitivos.