En un momento en el que los estrenos en cine son mirados con lupa, siguen sorprendiendo que propuestas como 'Respira' lleguen a la gran pantalla. Producción de bajo presupuesta, el largometraje se estrena en cines españoles en busca de encontrar a ese público que se haya quedado con ganas de más relatos post-apocalípticos tras el discreto estreno de 'Furiosa'. Sin embargo, toca decir que la segunda película de Stefon Bristol se queda a años luz de la propuesta de George Miller.
La cinta se sitúa en un futuro no muy lejano, 2039, los niveles de oxígeno de la Tierra se han reducido dramáticamente, hasta el punto de situarse en apenas un 5%. La cinta muestra cómo Darius, un científico al que tacharon de loco, tenía razón. Él investigador ha logrado que su familia y él hayan sobrevivido gracias a que viven bajo Tierra y sólo salen al exterior enfundados en unos trajes especiales.
Un búnker de última tecnología que ha permitido que la familia sobreviva durante tres largos años. Dado los conocimientos en agricultura de la matriarca de la familia, Maya, éstos han podido cultivar plantaciones que les han permitido sobrevivir a ellos y a su hija, la adolescente rebelde Zora. La tranquilidad del padre, la madre y la hija se rompe cuando el cabeza de familia no vuelve de una incursión.
Una trama predecible
Ahí comienza el conflicto, madre e hija tienen una relación tirante. Ambas son encontradas por otros supervivientes, liderados por Tess, quien asegura haber trabajado con Darius en las investigaciones sobre cómo sobrevivir a la hecatombe mundial. Por supuesto, si algo sabe cualquiera que vea un poco de cine, comprende que en una situación límite, la desconfianza en la Humanidad se ve como algo completamente legítimo.
Por supuesto, los personajes de Tess, encarnado por Milla Jovovich, y el de su compañero, Lucas, interpretado por Sam Worthington, no tienen tan buenas intenciones. Finalmente, la cinta sigue una estructura predecible de supervivencia que juega al suspense. Sin embargo, la propuesta falla al no lograr tener una atmósfera propia de una situación que invita a la claustrofobia. Se supone que el mundo se ha ido a pique, que la familia vive casi confinada desde hace más de tres años.
Sin embargo, el largometraje no sabe transmitir esa desesperación, incluso esa necesidad de contacto con otros seres humanos (las personas son animales sociales por naturaleza). La cinta tampoco aprovecha su baza sobre la crisis climática. Todo se queda en un drama excesivamente superficial, al que se le remarca su bajo presupuesto ante la falta clara de un guion (escrito por Doug Simon) que explote los puntos fuertes de su premisa, que los tenía.
Se queda lejos de propuestas similares
Películas como 'Ex Machina' o 'Moon' demostraron anteriormente que es posible realizar buena ciencia ficción con un bajo presupuesto, que es posible reproducir entornos opresivos con pocos escenarios y que no se sienta que se está ante una producción de bajo coste. No es el caso de 'Respira'. Es más, diríase que fracasa también en su presunto mensaje social a favor de la representación de protagonistas negros que son atacados por villanos blancos.
Lo es porque sus personajes carecen de complejidad. Jennifer Hudson y Quvenzhané Wallis son madre e hija en esta fallida ficción. Ambas cuentan con avales más que suficientes para demostrar que son magníficas actrices. Pero esta propuesta las deja completamente desaprovechadas. Lo mismo puede decirse de la figura de Milla Jovovich, quien apenas aparece en la mitad de la cinta (a pesar de ser promovida a personaje principal en las promociones para hacer más atractiva esta propuesta). A ellas se suman un Sam Worthington completamente exagerado.
'Respira' es un 'quiero y no puedo'. Stefon Bristol no logra traer esa cinta de ciencia ficción de bajo coste que está destinada a ser una cinta de culto. Ni es Duncan Jones ni Alex Garland ni mucho menos Jordan Peele (un magnífico ejemplo que cineasta que ha revolucionado un género y lo ha podido llevar también a mensajes sociales de tinte étnico). Una oportunidad completamente desaprovechada.